Los datos que a grandes rasgos reveló el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, este 30 de septiembre, sobre lo que contiene el proyecto de presupuesto para 2023 ha dejado inquietos a diputados de ARENA y del FMLN, en lo que respecta al monto destinado para inversión pública y a la brecha presupuestaria indicada por Zelaya para el ejercicio fiscal del próximo año.
Según Zelaya, para 2023 han previsto $1,739 millones para inversión pública, superando a la de 2022 en $45 millones. El funcionario afirmó que este dinero permitirá darle continuidad al impulso económico de El Salvador.
Sin embargo, el jefe de fracción de ARENA, René Portillo Cuadra y la diputada del FMLN, Anabel Belloso, expresaron sus temores de que siendo el próximo año un periodo pre electoral, ese recurso en realidad no termine siendo usado para suplir las grandes necesidades de la población en infraestructura como escuelas, unidades de salud y hospitales, sino para hacer campaña electoral a favor del gobierno y del partido oficialista.
Esto tomando en cuenta que El Salvador realizará elecciones presidenciales y de Asamblea Legislativa el 4 de febrero de 2024 y para alcaldes y diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen) el 3 de marzo de ese mismo año.
La duda que les genera a los legisladores en mención, también se debe a que el Ministerio de Hacienda no ha hecho público el detalle de los gastos del anteproyecto del presupuesto, ni en su página web oficial, ni tampoco ha compartido el documento a los diputados de los partidos opositores. Esta práctica ha sido constante en los años del gobierno actual del presidente Nayib Bukele. (Ver nota aparte).
De las pocas asignaciones que fueron públicas a través de la cuenta de Twitter de la Asamblea Legislativa, se desprende que el Ministerio de Obras Públicas tendrá en 2023 el doble del presupuesto que tiene para funcionamiento en el presente año.
De acuerdo a esos datos, Obras Públicas tendrá una asignación de $679 millones, los cuales, comparado con el monto que recibió para 2022, significa un incremento de $346.8 millones, es decir, casi el doble de lo que tiene asignado en este año, que es de $332.2 millones.
Portillo Cuadra observa que si esos recursos en realidad irán destinados a obras que beneficien a la población es de aplaudirlo, pero también alega que esa acción tiene una doble interpretación.
“Puede interpretarse como una apuesta electoral, que la gente vea las obras. Pero la infraestructura no solo tiene que ver con carreteras o puentes, la infraestructura tiene que ver con escuelas, hospitales, unidades de salud, si eso mejora y por eso lo han incrementado, qué bueno”, aseveró Portillo Cuadra.
Pero al mismo tiempo señala que una cosa es lo que dice el papel que se ejecutará en inversión pública y otra la realidad. Por ejemplo, en 2022 y según cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda en su Portal de Transparencia, la ejecución de la inversión pública estimada para este año es apenas del 30%.
“Eso significa que una cosa es lo proyectado y lo que aparece en el papel y otra cosa es la realidad del país, es muy diferente a lo que se comunica y lo que se dice que se va a hacer”, analizó el diputado arenero.
Menos parques recreativos y más obras
Añade que la inversión pública tampoco consiste en solo hacer parques recreativos como Surf City, “que no generan valor agregado a la economía del país”, analizó, como si lo harían por ejemplo, obras de mejoramiento del Puerto de Acajutla, en Sonsonate, o convertir al Aeropuerto Internacional de Comalapa en un centro logístico.
“Allí se cambia la base productiva que genera riqueza, pero si otra vez se ponen a hacer pasos a desnivel y parques de diversión difícilmente el país sale adelante”, valoró Portillo Cuadra.
Por su parte, la diputada Belloso, expresa que la falta de información y no tener el documento oficial a la mano, les impide hacer un análisis más detallado de hacia dónde irá a parar el gasto público y poder determinar si será asignado para invertir en satisfacer las necesidades primordiales de la gente o para gasto corriente. Añade que si es así, al final no impacta positivamente en la población salvadoreña.
A Belloso como a Portillo Cuadra también les llama la atención la brecha presupuestaria que el ministro de Hacienda informó de $472 millones, siendo menor en $26 millones que la prevista para 2022.
“Hay que revisar si están completos los subsidios, que son elementos en donde no incorporan todo lo necesario y después hacen reformas presupuestarias en el camino”, aseveró Belloso.
Dijo que hay que revisar el documento, pues según lo planteado por Zelaya algunos préstamos que ya están aprobados estarían incorporados dentro de esa brecha presupuestaria, pero queda la duda si en realidad aparte de esa deuda aún se necesitará buscar financiamiento por $472 millones para equilibrar el gasto.
ARENA dice que brecha es de $1,000 millones
El monto que Hacienda calcula de $472 millones para poder financiar todos los compromisos del Estado para el próximo año no convence a Portillo Cuadra.
Según el diputado, para poder cerrar la brecha presupuestaria el gobierno en realidad necesita $1,000 millones que no le serán fácil encontrar en el mercado, tal como dijo el ministro de Hacienda que haría.
Zelaya aseguró que buscará dicho financiamiento en organismos multilaterales y el mercado local a través de más emisión de Certificados del Tesoro (CETES), es decir, adquiriendo más deuda pública.
El economista Rafael Lemus explicó a El Diario de Hoy que esta medida no es la más acertada ante un escenario de desaceleramiento de la economía mundial que a todas luces tendrá una incidencia fuerte en el país.
Esta posición es reforzada por Portillo Cuadra, quien cree que los mercados ya tienen sus techos cubiertos en lo que le pueden prestar a El Salvador en concepto de CETES y Letes. Según Lemus, son más de $2,500 millones los que el gobierno ya le debe a los mercados locales.
Ante esto, el diputado de ARENA recomienda priorizar el gasto, así como diseñar un plan de austeridad gubernamental y uno de gastos para optimizar lo poco que se tiene de recaudación tributaria, aunque el ministro de Hacienda diga que este año ha sido mejor que los anteriores. Zelaya prevé que en 2023 los ingresos tributarios serán de $6,930 millones.
“La cantidad de impuestos recibidos no son capaces de financiar en sí mismo el presupuesto, eso ha ocurrido por años, por muy buena que sea la recaudación fiscal es imposible cerrar la brecha”, manifestó Portillo Cuadra.