El ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, se desmarcó de los daños que se han producido en la laguna de laminación, una obra de mitigación hecha en el arenal de Monserrat, entre el cementerio La Bermeja y la colonia IVU.
“Esa obra la recibimos del gobierno anterior con daños”, comentó al preguntarle sobre el plan de conservación que se implementa en la zona. Pese a que el funcionario descarga la responsabilidad en sus antecesores, la obra fue recibida por el actual gobierno aún inconclusa.
A 20 días de haber tomado posesión el gobierno de Nayib Bukele, el 20 de junio de 2019, la cuenta del Ministerio de Vivienda en Twitter publicó que la obra llevaba un 88.4% de avance. Desde entonces, ningún funcionario se refirió a que la obra estuviera dañada o hubiese sido recibida con inconformidad.
Lee también: MOP hará obras de mitigación en 30 puntos del país
En su descargo, Herrera también mencionó que a esa obra se le da mantenimiento cada tres meses, pero no mencionó detalles. Según habitantes de la comunidad Peña de Horeb, aledaña a la construcción, lo único que realiza el MOP cada tres meses es la limpieza de la acumulación de basura.
El Diario de Hoy logró platicar con trabajadores que estuvieron a cargo de la ejecución de la obra. Sobre los daños actuales, mencionaron que estos no representan peligro. Sin embargo, reconocieron que la conservación de la obra no debería estar limitada a recoger basura, como plásticos, llantas y otros desperdicios que suelen acumularse en la laguna, una especie de represa.
“El mantenimiento, efectivamente, lo tiene que haber hecho el MOP. Estos trabajos podrían incluir rehabilitación de taludes, rellenos de socavones (si hubiera) y control de erosiones”, explicó uno de los trabajadores de la construcción que pidió no ser identificado.
Además: Diputados piden cuentas de $400 millones avalados ya para desastres
En una verificación hecha por El Diario de Hoy se pudo constatar el estado actual de la laguna. Según los vecinos, al lado del dique se había colocado en un inicio material rocoso, el cual ha sido arrastrado debido a las tormentas de los últimos años.
“Lo que hicieron fue recubrir con concreto esa parte”, aseguró Regina García, habitante de la comunidad. Esa parte que fue intervenida después de su conclusión ya presenta algún desgaste en la capa de concreto.
También hay una tubería de desagüe rota que cae en uno de los costados, lo que podría erosionar el suelo de no ser reparado. “Entre los vecinos de la comunidad intentamos volver a sujetarla, incluso le pusimos alambres, pero se ha vuelto a soltar”, explicó García.
Esa habitante de la comunidad ve con buenos ojos el proyecto, en el cual estuvo trabajando como obrera. Ella explica que en sí, el beneficio directo lo han recibido habitantes de otras comunidades que se ubican en la parte baja del río, debido a que ha sido notoria la disminución del caudal en los momentos de tormentas.
Para el arquitecto Rafael Tobar es importante que en estos casos el Estado “no se limite a la obra (construcción), sino que haya una gestión de conservación”, explicó.
“Todos los materiales que se usan como cobertura en el suelo de las lagunas cumplen una función en el sistema de retardo (del caudal). Si por algún motivo esas rocas funcionaban como parte de ese sistema, la entidad pertinente se debería encargar de colocar nuevamente el material”, aseguró Tobar.
Los daños del afluente
El cauce de El Arenal de Monserrat es uno de los principales causantes de inundaciones en las zonas del suroriente de San Salvador, durante las épocas lluviosas. Este afluente recoge el agua que viene desde el Volcán de San Salvador y Santa Tecla, la cual transita por quebradas como El Piro. Esa corriente cruza San Salvador a través del Arenal y luego desemboca en el Acelhuate, en la zona baja de la capital.
En julio de 2008 varios feligreses de la iglesia Elim murieron cuando el autobús en que viajaban fue arrastrado por la corriente que se rebalsó de la quebrada, en la zona conocida como La Málaga. A partir de esa tragedia y los constantes desbordamientos en la zona, se planificaron diversas obras de mitigación en ese cauce.
La más grande fue la de construir tres lagunas de laminación. La primera y única materializada hasta ahora es la que se encuentra en la zona de Monserrat, sin embargo, el plan era construir otras dos más en el área de Antiguo Cuscatlán.
Una laguna de laminación funciona, en una forma elemental, como una represa que detiene el caudal de agua para reducir su velocidad y liberarla de forma gradual. Una ventaja de estas obras es que representan un costo hasta siete veces menor que una obra para reducirlo, según una consultoría realizada en noviembre del 2012 por el gobierno.
La cuenca de El Arenal, en Monserrat, está considerada como “muy peligrosa” y con la construcción de la laguna de laminación “se puede obtener una reducción del 65% del índice de peligrosidad para las personas”, plantean los estudios presentados anteriormente.
Según ese estudio, el caudal del Arenal de Montserrat alcanzaba los 270 metros cúbicos por segundo y con la lagunas de laminación se reduciría hasta 105 metros cúbicos por segundo.
La obra, que se concluyó a finales de 2019, se construyó por un monto de casi 19 millones de dólares. La empresa constructora a cargo del proyecto fue UDP Coyatoc Coninte-El Salvador.
Para los trabajadores que estuvieron en la edificación de la obra es extraño que Herrera haya aseverado que la obra tenía daños desde el inicio. Incluso aseguran que el proyecto tuvo reconocimiento internacional por ser la primera obra de ese tipo construida en Centroamérica. “Se ganó el premio de CEMEX a nivel internacional, para el cual se compitió con otros proyectos de Croacia, Ciudad de México y por primera vez ganó una obra centroamericana”, explicó uno de los arquitectos.
El actual ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, también recibió la visita hecha por funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo, el 9 de diciembre de 2019. La entidad internacional fue la que financió dicho proyecto a través del Programa de Reducción de Vulnerabilidad de Asentamientos Urbanos Precarios.
Cuestionamiento al ministro
El lunes 04 de julio se consultó al ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, a cerca del mantenimiento de la laguna de laminación sobre el evidente estado de descuido. Un día después de la consulta a Herrera, el ministerio de Obras Públicas publicó en su cuenta de Twitter el video de una jornada de limpieza en la zona, algo que los residentes confirmaron que se hace cada tres meses. Sin embargo, trabajadores que fueron parte de la construcción consideran insuficiente para garantizar el buen funcionamiento de esa obra.