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Archivo General de la Nación: cerrado, partido y en riesgo

Ni la población ni profesionales de la historia pueden acceder desde junio de 2023 al Archivo General de la Nación (AGN), en peligro de daño en su resguardo

Por Rosemary Mixco | Carlos López Vides | Oct 21, 2024- 06:00

Imagen del Archivo General de la Nación cuando era preservado en el Palacio Nacional. / Foto EDH Archivo

Bloqueado, partido y en peligro. El Archivo General de la Nación, el principal resguardo de la memoria histórica del país, se mantiene sin acceso al público -bloqueado- desde junio de 2023 y antes tuvo un opaco traslado en abril de 2021, cuando las autoridades de Gobierno decidieron desplazarlo del Palacio Nacional, donde había permanecido desde 1968, hacia el Edificio Mercury, sobre la calle Rubén Darío.

Las autoridades explicaron que era un traslado "temporal", que estaba relacionado con la construcción de la nueva Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) y la remodelación del Palacio Nacional.

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Fachada del Edificio Mercury, sobre la calle Rubén Darío, donde se encuentra gran parte del Archivo General de la Nación. Foto EDH / Carlos López Vides

Pero, desde entonces a la fecha, el ingreso al AGN se ha mantenido cerrado, no solo para el público en general, sino incluso para profesionales que quieren ocuparlo para sus investigaciones históricas.

Desde que la BINAES abrió en noviembre de 2023, el Ministerio de Cultura ha colocado parte del AGN en el primer nivel del enorme edificio donado por el gobierno de China a El Salvador; pero no se sabe cuáles secciones del AGN se mantienen en el Edificio Mercury.

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Por eso, el AGN está partido. Dividido en dos lugares a los que no se puede entrar. El Diario de Hoy visitó en múltiples ocasiones la BINAES, desde finales de agosto, para consultar si era posible acceder al Archivo General; en todos los pisos hubo versiones variadas del personal bibliotecario, con la negativa como común denominador.

Algunos explicaron que aún no estaba disponible; otros, que no había iniciado el proceso de traslado desde el Edificio Mercury; uno más, que estaban digitalizando gran parte de los documentos históricos y que abrirían el AGN al finalizar este proceso; y en el nivel subterráneo, se confirmó que una parte del AGN ya había sido llevada a la BINAES, pero sin dar más detalles ni permitir el ingreso.

La BINAES es el proyecto icónico de la colaboración del gobierno de China con su par en El Salvador. Foto EDH/ Menly González

Este medio también visitó el Edificio Mercury, donde el personal explicó, también, que no había permiso de ingreso para nadie, salvo el personal que labora en la conservación del más importante repositorio histórico del país.

Para dimensionar el tamaño del AGN, cabe recordar que ocupaba toda la primera planta del Palacio Nacional, al que -recordemos- volvió en 1968, en un área de 5,282.58 metros cuadrados incluyendo el área de jardín, accesos y pasillos. Los depósitos documentales, las áreas de procesos técnicos y Sala de Consulta abarcaban 2,403.88 metros cuadrados distribuidos en 55 salones y dos sótanos.

El peligro

La parte del AGN que se ha colocado en el Edificio Mercury está en riesgo, porque el lugar no cumple los requisitos para preservar este tipo de documentos antiguos, explica un historiador y académico preocupado por la situación, pero que pidió anonimato por temor a represalias.

"Las condiciones adecuadas para un archivo no son unas bodegas, son espacios que deben estar climatizados, humificados, que esté ordenado, que tienes que estar midiendo la temperatura, fumigando cada cierto tiempo. La conservación y restauración de los archivos es una ciencia, no es decir 'voy a ir a guardar los archivos viejos", explica el historiador.

Así como otras voces de la comunidad historiadora del país, comenta que "cuando se construye la nueva BINAES, se pensó que iban a estar las verdaderas condiciones" para el AGN, pues el nuevo edificio cuenta con suficiente espacio para ello. También lamentó que estén en riesgo los ejemplares que antes estaban en la demolida Biblioteca Nacional "Francisco Gavidia", terreno donde fue edificada después la actual BINAES.

"En El Salvador no hemos captado que ese es el patrimonio, el acervo documental de El Salvador", dice el académico, quien recuerda que la obligación del Estado es cumplir "la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de 1993 y en su reglamento, que por ley hay que conservar el Archivo General de la Nación, no es un invento".

Héctor Lindo, doctor en Historia y radicado en Estados Unidos, describe que "en estos momentos la situación es crítica, el Archivo General de la Nación ha estado cerrado al público y no está en un local idóneo. Además, nadie da cuenta de la accesibilidad de la Hemeroteca y de la colección nacional en lo que antes se llamaba Biblioteca Nacional de El Salvador 'Francisco Gavidia' para honrar a un gran intelectual. Le cambiaron el nombre sin dar explicaciones".

Parte del Archivo General de la Nación, cuando aún era resguardado en el Palacio Nacional, en 2022. / Foto EDH Archivo

Sobre el AGN, Lindo subraya que "es el núcleo documental de la memoria histórica del país, no puedo exagerar su importancia. Participantes del Congreso Centroamericano de Historia que se celebró recientemente en Tegucigalpa emitieron un pronunciamiento expresando preocupación por las condiciones del AGN y otras instituciones centroamericanas. El documento tuvo más de 100 firmas de intelectuales reconocidos y recibió cobertura en los medios, sin embargo las autoridades culturales salvadoreñas no dijeron absolutamente nada para aliviar esa preocupación, lo que me da a entender que no tienen argumentos para defender el estado actual de la institución".

Cabe mencionar que El Salvador será sede del próximo Congreso Centroamericano de Historia, en 2026, cuando esperan que la situación actual del AGN ya haya sido superada.

Lindo remarca también que "el local en el que se encuentran los acervos (en el Edificio Mercury) está muy lejos de tener las condiciones que establece UNESCO (La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para preservar documentos, como controles de humedad y temperatura y protección contra incendios", y considera que "aunque el personal del AGN es muy dedicado, fue reducido por despidos, lo que le impide funcionar con el profesionalismo que quisieran".

Radicado en Chiapas, México, el historiador nacional Gerardo Monterrosa, quien labora para la Universidad Autónoma de México (UNAM) destaca que el gran valor del AGN "está en las fuentes documentales, en la historia que se resguarda en cada uno de los fondos documentales que conserva, en la Mapoteca, en la Fototeca… cuando escribí mi tesis de doctorado pude consultar esos archivos y todavía me están sirviendo para escribir artículos. En pocas palabras, ahí está presente nuestra historia. Tal cual".

Detalle de un mapa de San Salvador de 1938. Este tipo de mapas antiguos forma parte del Archivo General de la Nación, que no es de libre ingreso desde junio de 2023. / Foto cortesía

"La importancia del AGN es monumental, esencial para el país, además de ser el único archivo de su dimensión y antigüedad, es un patrimonio documental en sí mismo. Protegido por varios tratados internacionales, el AGN es la memoria de El Salvador, invaluable", argumenta el historiador Alfredo Ramírez.

Ramírez, dedicado también a la docencia universitaria, explica que "el trato que se le ha dado al AGN siempre ha sido malo, en años anteriores a la pandemia de covid-19 estuvo básicamente tirado en los sótanos del Palacio Nacional. Su consulta era difícil, pero se lograba realizar algún trabajo con bastante paciencia. Durante la pandemia estaba parcialmente abierto y era posible consultarlo, pero desde mediados de 2023 no se sabe de su situación".

Ramírez cuenta que ha intentado consultar el AGN al menos en cuatro ocasiones en el último año, pero no ha tenido éxito.

Para el investigador Monterrosa, "en el país nuestro gobierno nunca le ha dado suficiente importancia a la investigación, lamentablemente". A su juicio, las condiciones actuales del Archivo General de la Nación (bloqueado, partido, en riesgo) apuntan a "un desinterés total de la actual administración por los archivos. Es reprochable que tengan esa actitud ante el acervo documental histórico de nuestro país".

Documentos provenientes del Ministerio de Gobernación, del año 1933, aún sin clasificar en esta imagen. Este tipo de documentos forma parte del AGN. / Foto cortesía

Sajid Herrera, catedrático e historiador de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, enfoca su labor sobre todo en la etapa colonial, de la cual hay muy pocos documentos en el AGN, por lo cual no ha sido afectado por la situación vigente, sin acceso al lugar.

Sin embargo, detalla que "sí lo consulté y sé lo que existe de las épocas que trabajo. Yo trabajé con el AGN casi en las últimas dos décadas, cuando estaba en el Palacio Nacional, y estaba en unas condiciones deplorables. Yo trabajé en el gobierno y eso no es prioridad, nunca ha sido prioridad. El mal estado (del AGN) no es de hoy, es de siempre. No queramos venir hacer de algo una agenda política, históricamente no ha sido prioridad".

Monterrosa ilustra que esta situación negativa también puede ser una oportunidad, al contrastar con lo que han hecho países de la región para guardar y proteger archivos tan importantes.

De primera mano, Monterrosa cuenta que "lo que he visto en México, Colombia y Costa Rica, es que el Estado, los gobiernos, construyeron un edificio para su AGN", para cumplir específicamente con su función de resguardo, en las condiciones ideales para ese tipo de documentación antigua.

Por ahora, a las fuentes consultadas, a la comunidad de profesionales de la historia y a la población en general, solo les resta esperar que finalice esta etapa de bloqueo, división y peligro para el AGN; eso y que se complete el traslado de los documentos a la nueva BINAES, para que estén en las condiciones correctas y, finalmente, abiertos.

Multa máxima de 365 millones

El art. 46 de la Ley Especial de Protección del Patrimonio Cultural, vigente desde 1993, establece que: "La violación a las medidas de protección de Bienes Culturales, establecidas en esta Ley, hará incurrir al infractor, en una multa desde el equivalente a dos salarios mínimos hasta el equivalente a un millón de salarios mínimos, según la gravedad de la infracción y la capacidad económica del infractor".

El Archivo General de la Nación (AGN), según la misma ley, es un Bien Cultural.

El salario mínimo promedio actual es de $365 al mes; por tanto, la multa máxima por no proteger el AGN sumaría $365 millones.

Sin respuesta de autoridades del Ministerio de Cultura

El Diario de Hoy pidió información sobre el estado del Archivo General de la Nación (AGN) a su actual directora, María Isaura Arauz, a través de una consulta a su correo institucional, el 27 de agosto anterior, pero no respondió.

Así mismo, tras visitar la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) y el Edificio Mercury, personal del Ministerio de Cultura en ambos lugares brindó al periodista dos correos electrónicos para enviar la consulta, mas tal gestión tampoco tuvo respuesta. Los mensajes fueron enviados también el 27 de agosto pasado a solicitudes.binaes@cultura.gob.sv y consultaagn@cultura.gob.sv.

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