Una treintena de personas del Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR) se quedaron con la intención de ser recibidas por el procurador de Derechos Humanos, Apolonio Tobar, quien se encuentra en la Cumbre Iberoamericana de Procuradores de Derechos Humanos, que se desarrolla en un hotel de la capital y que ha reunido por tres días a especialistas en la materia de toda Iberoamérica.
Una comitiva de cuatro mujeres y un hombre que son parte del movimiento marcharon la mañana de este lunes desde las fuentes Beethoven hasta el hotel, en la colonia San Benito, para entregar alrededor de 20 cartas donde denuncian presuntas capturas arbitrarias y posibles torturas que han sufrido las personas detenidas durante los 150 días del régimen de excepción implementado por Nayib Bukele.
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El grupo, en cambio, fue abordado por la jefa de correspondencia de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Carla Ábrego, quien habló con las personas en la fachada del hotel y señaló que el Procurador se encontraba con diversos compromisos del evento, por lo que las cartas serían recibidas como si lo hicieran en las oficinas de la PDDH.
"Queríamos ser recibidos por todos y entregarles las cartas a todos los que están ahí adentro. Esperamos que nuestros familiares sean liberados", señaló Elena, una integrante de la comitiva que logró llegar frente al hotel luego de que la marcha fuera detenida por policías una cuadra antes sobre el bulevar del Hipódromo y avenida Las Magnolias, en la colonia San Benito.
Sin embargo, los rostros de las personas cambiaron cuando se enteraron de que el Procurador no saldría y que su objetivo no había sido del todo alcanzado.
Las cartas fueron recibidas y firmadas por la jefa de correspondencia de la PDDH con la promesa de hacerlas llegar a las manos de Tobar y del resto de asistentes al congreso. "Ellos (los asistentes internacionales) no tienen que ver con el régimen de Bukele, nosotros queremos entregarles las cartas", dijo otro familiar del grupo.
Durante el régimen de excepción, prorrogado por quinta ocasión el pasado 16 de agosto, Tobar ha sido objeto de críticas debido a su "ausencia" y "silencio" ante las denuncias sobre capturas arbitrarias, supuestas torturas y muertes de varios reos bajo custodia del Estado.
Hasta el 19 de agosto, la organización Cristosal registraba 2,623 casos de violaciones a derechos humanos cometidas durante la medida excepcional impulsada por el gobierno de Nayib Bukele.
Hasta la fecha, han sido detenidas más de 50,000 personas durante el régimen de excepción. En cientos de casos, familiares sostienen que sus parientes han sido capturados de manera injusta y arbitraria, y que no tienen ninguna relación con pandillas.
Marcha hacia el congreso de DD.HH.
Fueron unas 30 personas las que se tomaron un carril de la calle para caminar desde las fuentes Beethoven, en el paseo General Escalón, hasta el hotel donde se realiza el congreso de Derechos Humanos. Durante el trayecto, denunciaron presuntas capturas arbitrarias.
Las familias llegaron desde varias partes de El Salvador, sobre todo de occidente. Señalan que los reos fueron trasladados del penal de Mariona hasta Izalco, donde han sufrido algún tipo de tortura desde julio, según sus fuentes.
Una de las asistentes fue Cecilia, quien denunció públicamente la captura de su hijo de 28 años de edad en el municipio de Apopa, en San Salvador, el pasado 25 de abril. Asegura que no ha tenido respuesta de Centros Penales sobre la condición de salud y alimentación de él desde su captura.
"Que no me entreguen a mi hijo muerto, porque no fue así como se lo llevaron", afirmó la mujer.