El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, asegura que las visitas que ha realizado a los centros penales para indagar sobre la situación que atraviesa la población reclusa, especialmente, los capturados en el marco del régimen de excepción, han dejado algún alivio a los que guardan prisión.
“Las visitas dejan algún grado de bienestar para los privados de libertad”, afirmó Tobar este lunes 15 de agosto de 2022 en la Asamblea, al ir a presentar a los diputados su solicitud para ser reconsiderado en el cargo para un nuevo periodo.
El silencio del funcionario ha sido muy criticado por organizaciones de la sociedad civil como Cristosal. El exprocurador, Óscar Luna, lamentó que sus visitas hayan sido guiadas por las autoridades de seguridad. A su criterio eso le resta confianza y parcialidad a su gestión.
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Otros expertos en derechos humanos consideraron que una verificación efectiva para comprobar abusos de poder debe hacerse sin previo aviso y, de ser posible, junto a organizaciones defensoras de estas garantías fundamentales para que sea más creíble.
Al respecto, la experta en derechos humanos, Celia Medrano, recordó que el artículo 34 de la ley de la PDDH da facultades para que sus representantes puedan verificar cualquier instalación estatal sin previo aviso. “Difícilmente una autoridad que se investiga no ocultará evidencias de su responsabilidad si se le anuncia previamente que recibirá una visita”, opinó.
Tobar argumentó que es poco lo que él podría hacer en ese caso. “¿Acaso van a quitar los barrotes que ahora han puesto en lugar de las paredes que limitaban el acceso del aire natural? ¿acaso van a quitar la pintura, si es que acaso hubieran pintado porque yo iba a llegar? ¿Acaso le van a retirar la medicina que le entregaron porque yo iba a llegar? No, ¿qué significa eso? Que la visita deja algún grado de bienestar con los privados de libertad”, afirmó.
Una labor decente
El funcionario asegura que su labor ha sido “decente” y que ha generado “confianza” en los distintos organismos de derechos humanos, a pesar de que ha recibido muchas críticas de no defender los derechos humanos de los capturados de forma “arbitraria” durante el régimen de excepción.
Por ejemplo, en julio pasado en su visita al Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona, el procurador Tobar se hizo acompañar del ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro y del director de centros penales, Osiris Luna.
En su pronunciamiento, Tobar informó que pudo constatar la forma en como están divididos los reos, que recorrió las instalaciones de la cocina y los talleres en donde los reclusos realizan labores de carpintería, imprenta y pintura.
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Según su visión, los reclusos reciben sus alimentos tres veces al día, hay jornadas de luz ambiente y tienen acceso a espacios recreativos, entre otros beneficios. Lo único que sí admite es que hay hacinamiento a raíz del incremento de privados de libertad.
No habló de torturas
Tobar no se refirió a las denuncias de personas que han revelado que sus parientes han fallecido dentro de la cárcel por falta de atención médica o de presuntas torturas al interior de estos recintos penitenciarios, entre otras afectaciones.
Consultado sobre esto, el procurador señaló que la PDDH debe ser vista como una instancia que genere “gobernabilidad efectiva”, que en sus recorridos no busca obtener titulares en los medios de comunicación.
“Lo importante es lo que le dejamos con las visitas a la personas privadas de libertad ¿solo vamos a ir a un centro de detención para generar un titular? En qué le beneficia a los privados de libertad con que vaya Apolonio a x centros penales y le digan: no va a entrar, llamar a los medios y decirles: miren no me dejan entrar ¿para eso quieren a la Procuraduría o queremos una Procuraduría que se enfatice en su trabajo, en generación de espacios oportunos para promover la no afectación de los derechos humanos de toda la población?” preguntó el funcionario.
También increpó a quienes lo cuestionaron que solo vio lo que las autoridades de seguridad le quisieron mostrar.
“¿Yo fui a ver adonde me dijeron? No, porque en esas visitas yo le he pedido al director: quiero ir a tal sitio (y le dijo) vamos; quiero subir a tal nivel: subamos, abra esta puerta, la abren, yo he ingresado a todos los espacios de los centros penales que he visitado, no he tenido ninguna limitante”, aseguró Tobar.
En julio pasado aseguró que él no podía hablar de lo que no vio.
En sus cuentas la PDDH cree que han fallecido 24 personas durante el régimen de excepción, no obstante la cifra ya ronda en más de 50 las muertes de ciudadanos que murieron bajo custodia del Estado desde que inició el régimen y que han sido documentados por organizaciones defensoras de derechos humanos y medios de comunicación.
Defiende su trabajo
Tobar admite que entiende que algunas personas no estén conformes con su trabajo, pero los retó a que vayan a los centros penales a ver las condiciones en las que están los presos. En su opinión es un deber de todos, sin embargo, ni los familiares de los detenidos tienen acceso a ellos.
La pasividad de la Procuraduría viene desde febrero de 2022 ante la detención de varios exfuncionarios del FMLN también recluidos en los penales por supuestos actos de corrupción.
El Comité de Familiares de Presas y Presos Políticos de El Salvador denunciaron que a pesar que la PDDH tenía conocimiento de las condiciones delicadas de salud de algunos exfuncionarios capturados, durante los meses que estuvieron recluidos el procurador fue el mayor ausente.
Esto fue evidente en las capturas de los exministros de Salud, Violeta Menjívar; de Educación, Erlinda Handal y de Hacienda, Carlos Cáceres.