“Un mazapán” con esta frase los miembros del Sistema de Emergencias Médicas 123 (SEM) han clasificado el uso de ambulancias de primer nivel para brindar transporte a familiares o amigos de funcionarios, aunque los casos no requieran de este tipo de asistencia.
“De cada 10 traslados que se hacen, por lo menos en cuatro las ambulancias del SEM se están utilizando para trasladar familiares de jefaturas, casos bien marcados”, denunció a este medio un trabajador del SEM quien pidió reserva de su nombre para evitar represalias del Gobierno, exponiendo que han visto casos en los que “una persona recibe el alta de un hospital de oriente y vive en San Salvador, por lo que hay que ir a traerlos y llevarlos a su casa”.
Este tipo de irregularidades se presentan casi a diario en la institución, según las fuentes consultadas lo que se observa más frecuentemente es el traslado de pacientes de “hospitales privados de San Salvador que reciben el alta y hay que enviar una ambulancia con médico, licenciado en enfermería, un motorista, para trasladarlo a su casa. Son ordenes que vienen de jefatura, acátenlo”, recalcó.
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Recientemente el personal de la SEM señaló que la institución no ha tenido la capacidad para atender todas las solicitudes realizadas por la población debido a que se le debe dar prioridad a los traslados agendados por jefatura. Actualmente el sistema de emergencias tiene una clasificación A, B o C, dependiendo si se trata de trasladar a un paciente en estado delicado o estable; Los “mazapanes” requieren un traslado tipo A, con la mejor calidad que la institución puede brindar el resto de la población independientemente del caso está sujeta a la disponibilidad del personal.
Inclusive los trabajadores han notado que existe algunos de estos casos que inclusive se tienen agendados exponiendo un caso en el que se brinda transporte a un paciente renal de concepción de oriente hasta San Salvador cada semana, “la ambulancia lo va a recoger y debe irlo a dejar a su casa”, al finalizar su tratamiento.
Si el solicitante es un paciente que necesita ayuda para movilizarse de un hospital de la red nacional hasta su vivienda, pero no cuenta con los medios para hacerlo el personal se ve en la necesidad de informarle que no está autorizado para realizar ese tipo de servicios y que debe buscar opciones de traslado particulares.
“Nos parece preocupante que las ambulancias por andar trasladando a un amigo o familiar se dejan de atender verdaderas emergencias”, puntualizó.
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Otra de las irregularidades expuestas es la existencia de una ambulancia en las instalaciones del Hospital El Salvador “hay una ambulancia que solo la pueden mover el director del SEM o el ministro. Puede haber un accidente con múltiples víctimas, una señora dando a luz en su domicilio u otro”, pero esa unidad no se puede utilizar.
Hace un año el Ministerio de Salud realizó la compra de un lote de más de cien ambulancias nuevas equipadas con herramientas tecnológicas para brindar el servicio a la población; sin embargo, la persona denunció que “ahí en el auditorio donde era la feria de CIFCO hay por lo menos 40 ambulancias embancadas, porque ya se les pasó por mucho el mantenimiento, kilometraje, cambio de aceite, revisión de frenos, según dicen no hay dinero para hacer eso. Entonces cuando una ambulancia se detiene sacan una de las nuevas”.