El café, que es originario de Etiopía, tiene una historia vinculada al desarrollo de El Salvador. Se introdujo al país en 1740 en Ahuachapán. Su consumo comercial, fue creciendo rápido, tanto que, en 1920, se convirtió en el producto más importante para los salvadoreños.
Esta planta, se cultiva en diferentes zonas del país, pero particularmente el café de la cordillera de Apaneca-Ilamatepec, se caracteriza por ser de alta calidad.
Se encuentra entre la intensa neblina, pinos y montañas del municipio de Apaneca, que en náhuatl significa, Río de Vientos, en el departamento de Ahuachapán, a 92 kilómetros de San Salvador, a unos 1455 metros sobre el nivel del mar, altura que favorece al desarrollo de su cultivo.
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El café necesita un cuido especial porque es atacado constantemente por sus dos enemigos, la roya en sus hojas y la broca en el grano de oro.
La roya, es un hongo, su nombre científico es, Hemileia Vastatrix.
Es color amarillo naranja, causa lesiones en las hojas, afecta su desarrollo y provoca la pérdida de área foliar.
La broca, Hypothenemus Hampei, nombre científico, es un pequeño insecto relacionado a los escarabajos, afecta directamente el fruto en sus diferentes etapas de desarrollo.
Debido a esas plagas, el grano de café pierde peso y calidad.
Los caficultores no pueden descuida el control de plagas
Para conocer sobre los dos principales enemigos del grano de oro, la roya y broca, estudiantes de las carreras de Ingeniería Agronómica e Ingeniería Agroindustrial de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, se trasladaron a la finca Noruega, en el cantón Quelepa, municipio de Apaneca, para conocer el manejo y cuido de estas plagas que afectan al cafeto.
En el lugar les abriga una espesa neblina, extensos cultivos de café y gente amable.
El ingeniero agrónomo, José Aguilar, formador de la Escuela Administradores de fincas de café RENACER, explica cómo monitorear, manejar y controlar, la broca y roya.
Los futuros profesionales hacen preguntas sobre estas plagas antes de ir al terreno y verificar el problema.
Salen rumbo a la montaña, caminamos un kilómetro entre el cafetal, veredas resbalosas y la neblina .
En el terreno, encontraron pequeñas gradas, conocidas como "baquianas", ayudan a que el agua lluvia se infiltre lentamente, ayudando a las plantas, suelo, mantos acuíferos, vegetación y población de la zona, es una técnica que ayuda a mantener húmedo el terreno y facilita la realización de otras prácticas.
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A trabajar
Hicieron equipos de trabajo, para hacer el muestreo de infección de la roya y determinar la incidencia del hongo.
Este trabajo exige,monitorear diez cafetos, tomando en cuenta una bandola o rama, para determinar la cantidad de hojas que tienen roya y verificar su porcentaje de infección.
Este proceso se repite en otros puntos de la finca, es un trabajo con detalle, concentración, paciencia y tiempo.
Una faena similar se hace con la broca, se cortan al azar cien granos de café de las plantas seleccionadas, se analiza cada uno de ellos y se verifica si están contaminados del insecto, para tomar acciones de control.
Existe una estrategia de control para eliminar la broca y es la elaboración y colocación de trampas en los cafetos. Trampas fabricadas ahí en la finca.
Estas se colocan de dos formas: Uno, con platos desechables, se le pone pegamento para que el diminuto insecto quede atrapado.
La segunda, con botellas plásticas, ambas se pintan de color rojo para llamar la atención al insecto.
Dentro de ella, se coloca un gotero el cual tiene una combinación de alcohol etílico y metílico, se mezclan porque es un atrayente a la broca hacia la trampa, lo cual cada una de ellas, se instalan por cafeto en una rama, a una altura de 1.50 metros.
"Estamos capacitando estudiantes egresados de la Facultad de Ciencias Agronómicas, con el curso práctico en caficultura, administración, producción y calidad del café, para reforzar sus conocimientos teóricos prácticos en este rubro, que es importante en la economía del país", explica el doctor e investigador, Joaquín Miguel Castro Montoya, director del Instituto de Investigaciones de Ciencias Agroalimentarias y Ambientales de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES.
"Para que el curso sea más práctico e interesante, hemos realizado cuatro visitas a fincas de café en Apaneca, de nueve planificadas para todo el año. Es un curso de mucho interés para los estudiantes, están motivados, algunos, quieren realizar investigaciones en el tema, en el marco de su trabajo de graduación. Desarrollar estos temas da oportunidad de formar futuros profesionales en este rubro" relacionado con el cultivo del café, explica.
El profesional señala que "para formar parte de este curso, cada estudiante pasó un proceso de selección, esto ayudó a comprender sus motivaciones, conocimientos previos, criterios, tiempo disponible, visión, responsabilidad y su interés de aprender. Fueron seleccionados doce estudiantes, entre mujeres y hombres de las carreras ya mencionadas".
"Estamos a la mitad del curso, los estudiantes ya avanzaron mucho y siguen perseverando los y las estudiantes. Desarrollamos temas de planificación de la finca, costos, manejo de sombras, tejidos, cosecha, planificación, podas, lluvia, agua, manejo de plagas, fertilización, cosecha, evaluación de la calidad del grano, procesamiento, evaluación de ventas, tostadura, casación y marketing. Es un curso muy completo sobre el café", añade.
El docente sostiene que "desde la Facultad de Ciencias Agronómicas, daremos seguimiento a este proyecto académico y al estudiante que está involucrado en esta experiencia. Buscaremos la forma que el curso sea sostenible en el tiempo e incluso intentaremos implementar iniciativas similares en otros rubros de relevancia para el país".
"Tenemos mucho interés sobre este tema, la Escuela de Postgrado de nuestra Facultad, ya está ofreciendo una maestría de caficultura", concluye el doctor e investigador.