Detrás del festejo de recibir la nueva máquina de ultrasonido donada por un grupo de salvadoreños residentes en Estados Unidos está el sacrificio, el altruismo, las historias de vida, los largos y lentos caminos de la burocracia que recorrieron para que el aparato llegara hasta la Unidad de Salud de Chinameca, departamento de San Miguel.
Carlos Humberto Pérez Coto es miembro de Cachext y aunque vive en la ciudad de Los Ángeles, del estado de California, Estados Unidos, en su corazón y sus recuerdos hay un gran espacio para Chinameca.
“Somos originarios de esta ciudad, especialmente de Barrio San Juan y Barrio Dolores. Nos hemos organizado y hemos colaborado a diferentes centros educativos. En esta ocasión elegimos a la unidad de Salud porque consideramos que existe una gran cantidad de personas de escasos recursos económicos que necesitan ese tipo de ayuda. En total hemos entregado $65,000” comenta Carlos, de 62 años de edad.
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El chinamequence migró, de forma ilegal, hacia Estados Unidos hace 32 . “Yo era maestro trabajaba en el cantón los Arenales de Chinameca. En ese tiempo se da el conflicto armado, en esa zona era pura guerrilla, pero tuve problemas porque decían que pertenecía en bandos contrario, y mejor emigre”, relata Carlos, quien no olvida el espíritu de altruismo y ayuda humanitaria que aprendió en sus años como miembro de Cruz Roja, seccional Chinameca, y ahora como parte del Comité Chinamequence en el Exterior ( Cachext).
“Es difícil (traer la ayuda) porque nosotros tenemos nuestro empleo que nos permite mantenernos como familia, y el tiempo que nos queda libre lo dedicamos a la organización para poder dedicar a esta gente. Es difícil porque en muchas ocasiones témenos que ceder más tiempo de la familia para dedicarlo a la organización, y en este caso, de estos envíos nos ha tocado bastante (trabajo) porque carecemos del conocimiento de todos los trámites que se deben de seguir y permisos requeridos para que un contenedor pueda entrar a El Salvador”, explica. Como ejemplo, la máquina de ultrasonido donada a la Unidad de Salud de Chinameca pasó más de un año en aduana.
“Una de las peticiones que le hemos hecho al vicepresidente (Félix Ulloa) es que nos faciliten a las organizaciones, pero no nos sentimos molestos, porque consideramos que las cosas se deben de hacer correctamente”, sin embargo reconoce que las donaciones que envían organizaciones no siempre llegan a su destino.
Carlos añade que para lograr que el cargamento saliera de aduana, Cachext buscó el apoyo del vicepresidente de la República Felix Ulloa, oriundo de Chinameca. “Nos aportó con la franquicia presidencial para hacer todo el trámite y aun nos costó”, comenta.
La labor en los consulados
Pérez explica que los consulados invitan a las diferentes asociaciones a recibir orientación para poder cumplir con los trámites aduanales, pero el problema es que cada nuevo nombramiento o cambio de cónsul general implica un giro en las indicaciones.
“Si un cónsul fuera permanente sería mejor. Pero si un cónsul está un año y luego llega otro cónsul, este nos llama, nos da un tipo de indicaciones. Luego cuando llega el otro se debe de comenzar de cero, otra vez. En ese momento estamos en ese problema porque el que está ya lo quieren mover, entonces las organizaciones estamos pidiendo que no lo remuevan porque está haciendo un excelente trabajo para la comunidad”, dice Carlos Pérez.
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Durante los último tres años, han nombrado a tres cónsules para el Consulado General de El Salvador en Los Ángeles, California. El primer nombramiento fue para Alicia Villamariona Montalvo. Luego por una semana ocupó el puesto Pedro Rodríguez, actual cónsul general de Maryland . Y a partir del 14 de julio del 2021, el consulado está a cargo de Alejandro José Letona Alvarado.
Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, un 94 % de la población de El Salvador en el exterior reside en Los Estados Unidos. La mayor cantidad de población se concentra en el estado de California, seguido por Texas, Nueva York, Maryland y el Distrito de Columbia.
Elecciones y donaciones
Para las elecciones del 2024 el Tribunal Supremo Electoral (TSE) será el encargado de elegir el mecanismo para facilitar el sufragio de los más de 3,000 salvadoreños que habitan fuera del país.
En 2019, se aprobó un presupuesto de dos millones de dólares para el sufragio en el exterior y votaron 3,808 personas.
De estos, solo 3,646 fueron válidos; mientras que 165 fueron nulos.
Carlos Pérez es uno de los salvadoreños radicados en el exterior que ejerce su derecho al voto, pero viaja al país para hacerlo.
“Como ciudadano siempre he votado. Nunca he votado en el exterior. Al saber cuándo son las elecciones aprovechamos para programar eventos (entrega de ayuda humanitaria) y dejar el día para las elecciones”, explica.
Para las elecciones presidenciales del 2024 aún está definido dónde o cómo se emitirá el sufragio.
“Nos dimos cuenta que el gobierno quiere abrir un centro de votación haya ( Los Ángeles, EE.UU.) y dependiendo de cómo está la situación haya” definirán dónde votar, puntualizó.
Carlos y su familia votan porque consideran que es un derecho y “una obligación de los gobiernos que nos deben de dar, y si miramos números en cuestión de dinero o remesas somos un grupo que aporta al desarrollo y sostenibilidad de esta nación” señaló y como tal exigen resultados a los gobernantes a quienes depositaron su confianza.
Entre los resultados del actual gobierno Carlos Pérez destaca el ambiente de seguridad que ha logrado percibir en algunas comunidades.