"Tengo 14 años luchando contra el alcohol, soy abstemio y doy mi servicio para ayudar a otros a superar esta enfermedad", dice Italo B., custodio clase B, Presidente de Servicio Nacional y Director General de la Oficina de Servicios Generales (OSG) de la Asociación de Alcohólicos Anónimos (AA) de El Salvador.
Italo llegó a la Asociación en 2010 con una adicción por la que había perdido su trabajo y su familia, que le había generado grandes conflictos emocionales y daños a su salud.
Suscríbete para seguir leyendo
Obtén acceso a todo nuestro contenido exclusivo.Continuar leyendoYa soy suscriptor
Fue en Alcohólicos Anónimos donde encontró la ayuda que necesitaba para salir de una condición que, tanto en El Salvador como en muchos países del mundo, genera un importante número de muertes y costos considerables para los sistemas de salud.
Lee también: 417 accidentes, 298 lesionados y 22 muertos tienen como factor común conductores alcoholizados
A nivel local, según la encuesta Nacional de Alcohol y Tabaco (ENAT) 2022 del Fondo Social para la Salud (FOSALUD), publicada el año pasado, la prevalencia del consumo actual de bebidas alcohólicas ha incrementado.
Asimismo, señala uno de cada tres consumidores toma alcohol en cantidades suficientes como para causar una intoxicación.
La Asociación de Alcohólicos Anónimos estima que una persona alcohólica es capaz de causar daño a un total de 25 más que están a su alrededor, de diversas formas; en tanto, el abstemio va a beneficiar a un 13% de su familia, grupo laboral y su comunidad, entre otros.
Según datos de AA, en El Salvador mueren un promedio de 100 personas cada mes por causas relacionadas al alcoholismo, entre estas enfermedades como la cirrosis hepática, diabetes, enfermedades cardiacas y distintos tipos de cáncer; violencia intrafamiliar, feminicidios y accidentes de tránsito, entre otros.
La ENAT se refiere al alcoholismo como uno de los principales factores de riesgo prevenibles, mayormente asociados a las Enfermedades No Transmisibles (ENT) priorizadas y, por tanto, causantes de discapacidad y de la pérdida prematura de vida.
2.6 millones de personas mueren por consumo de alcohol cada año, señala la Organización Panamericana de la Salud. En tanto, los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) destacan que el alcohol acortó en promedio 24 años la vida a quienes fallecieron por esta causa.
Asimismo, el alcohol provoca diferentes trastornos a la salud mental y del comportamiento, tales como depresión y ansiedad.
A nivel social y el hogar, la dependencia al alcohol viene a causar conflictos en el trabajo y la familia, además incrementa los índices de violencia y agresión tanto física como psicológica.
El alcohol también es causa de accidentes de tránsito, un tema que, sobre todo en temporada de fiestas como la Navidad y Fin de Año, preocupa a los expertos en seguridad vial.
El Observatorio Nacional de Seguridad Vial señala que entre el 1 de enero de este año y el 11 de diciembre han ocurrido 718 accidentes de tránsito por conducir en estado de ebriedad o drogas, dejando un saldo de 496 personas lesionadas y 32 perdieron la vida.
Para 2022, según FOSALUD, cerca de 1,000 personas murieron en El Salvador por causa directa o indirecta del alcohol.
Existen más de sesenta afecciones de salud provocadas exclusivamente por la ingesta de alcohol y más de 200 en las que esta sustancia puede tener una respuesta negativa, apunta la ENAT.
Italo, abogado y notario de profesión, señala que El Salvador es el tercer país mejor estructurado en Alcohólicos Anónimos, de 180 donde hay presencia de la asociación; no obstante, agrega también que es un país "que está a la vanguardia en cuanto a muertes por causas relacionadas al alcoholismo".
Voluntad y honestidad son puntos clave para rescatar a una persona alcohólica
Ante este panorama, señala el entrevistado, es imperativo trasladar "el mensaje".
Señala que existe una barrera imaginaria entre ser bebedor social a bebedor compulsivo. Sobre los programas de ayuda que lleva AA a la población alcohólica, explica que existen 1,410 grupos a nivel nacional, los cuales están a la cabeza de la estructura organizacional, y atiende a 17,517 personas que están en proceso de recuperación del alcoholismo.
Asimismo, la asociación está conformada además por 14 comités de área (en los 14 departamentos) así como 7 oficinas intergrupales en San Salvador, San Miguel y Cuscatlán.
AA trabaja bajo tres principios fundamentales: la unidad, la recuperación y el servicio.
"Son tres legados que debemos mantener firmes hasta el día de hoy para ayudarle al otro alcohólico que está sufriendo, y ¿cómo lo ayudamos? hablándole de nuestra experiencia", sostiene.
Explica que el proceso inicia con la voluntad y el deseo de dejar de ser alcohólico, "si una persona considera que no tiene problemas con su bebida que lo siga haciendo, AA no recluta, no tiene prohibiciones, lo prohibido es prohibir, pero sí le decimos a la gente que queremos que tenga la misma oportunidad que yo tuve", explica.
"La responsabilidad nuestra (custodios) es mantenernos sobrios y ayudar a otra persona a que alcance el estado de sobriedad, que sepa que se puede vivir sin alcohol, que sepa que puede cambiar su vida, que sepa que puede vivir una vida feliz y útil sin meterse en más problemas y que con el tiempo se de cuenta que pudo hacerlo", añade.
El primero de los 12 pasos de AA invita a admitir y aceptar la derrota total y definitiva ante el alcohol, en palabras de Italo, "a reconocer que solo un acto de la Providencia podría devolverle el sano juicio".
El alcohólico no sabe por qué bebe, ni cuándo. Es una enfermedad, acota, pero resiente que la sociedad no lo ve así.
En agosto, Italo cumplirá 15 años de estar luchando contra el alcohol. Al reflexionar sobre ese tiempo, dice estar consciente que lo que ha logrado ha sido grande, "primero porque no he bebido, segundo porque recuperé a mi familia, tercero recuperé mi profesión, recuperé todo lo que yo había perdido, y lo hice a través de Alcohólicos Anónimos".
Ahora explica que tiene el compromiso de pasar ese mensaje a quien lo necesita, un mensaje que lo ha mantenido sobrio por casi 15 años, y que llega a otros "a través de una luz divina", es decir, una persona que conoce el programa y lo traslada a quien en este momento lo necesita.
Lo primero para lograr la sobriedad, añade, es reconocer que hay un problema; lo segundo es tener la voluntad de superarlo.
"Nosotros la perdemos totalmente, no tenemos voluntad ya de nada, llegamos sin fe a los grupos. Superar el alcohol es un trabajo en equipo. ¿Qué es lo fundamental? Es Dios y la llave de la buena voluntad", expone.
La otra manera de llevar el mensaje, acota, es a través de la Oficina de Servicios Generales, donde familiares llaman para buscar ayuda.
"Para nosotros la vida feliz y útil que debemos de llevar es por este día y podrán decir Italo B. ya no bebió el día que a mí me lleven ya en una cajita", señala.
Sobre Alcohólicos Anónimos
Alcohólicos Anónimos es una organización sin fines de lucro creada en Estados Unidos en 1935, y desde 1955 lucha en El Salvador contra esta enfermedad.
AA se mantiene con sus propias contribuciones, no recibe ayudas externas. Para 2024 su presupuesto ronda los $140 mil.
A nivel nacional cuenta con 1,410 grupos de ayuda donde quien necesite apoyo se puede acercar.
Si desea comunicarse a la oficina de Servicios Generales puede llamar a los teléfonos 2225-1430 y al 2225-9526, Extensión 200.