El mapa geopolítico y la manera en que son administradas las alcaldías en El Salvador tendrán un cambio radical. Después de las elecciones de hoy, a partir del 1 de mayo estarán ya activas las nuevas reagrupaciones de municipios del país, así que de 262 alcaldías se pasará a tener solamente 44.
Pero la forma en que serán gobernadas será distinta en cuanto al número de personas a cargo en cada concejo municipal, que será determinado por la cifra de habitantes de cada localidad a gobernar.
Para cada municipalidad habrá un “equipo base” de miembros del concejo municipal que será el siguiente: alcalde, síndico, dos regidores propietarios y cuatro regidores suplentes.
Pero luego, como “concejales extra”, habrá más regidores propietarios sumándose a ese “equipo base”; el número se determinará por la cantidad de personas en cada localidad.
Con efectos prácticos y a manera de categorías, podemos describir tres (ver mapa), que llamaremos: macromunicipios (hasta 200,000 habitantes, 10 miembros del concejo municipal); megamunicipios (entre 200,001 y 400,000 habitantes, 14 miembros del concejo municipal); y supermunicipios (más de 400,000 habitantes, 16 miembros del concejo municipal).
En las elecciones de este 3 de marzo la población votante elegirá a la persona que dirigirá cada una de las 44 alcaldías. Pero el resto de cargos de cada concejo municipal se integrará de acuerdo al número de votos por partido.
Malcom Cartagena, experto en temas electorales, lo explica así: “Cada candidato inscribe una lista para síndico, regidores propietarios y suplentes, la cual es una lista cerrada y bloqueada, es decir, no se puede cambiar. La persona solo puede escoger al partido de su preferencia en cuanto al alcalde.
Pero luego, la ley reparte regidores entre varios partidos, dependiendo del porcentaje de votos que saquen” los partidos.
Cartagena añadió como ejemplo: “si son cuatro regidores y un partido gana con el 49%, se tiene que llevar la mitad, ahí se lleva dos. Quiere decir que los otros dos regidores sí la ley los tiene que repartir en los demás partidos. Pero si este partido gana con el 70 y pico por ciento de los votos, ya se ganó tres regidores de golpe, ya solo uno queda a repartir con los otros partidos”.
¿Puede ocurrir que todo el concejo sea de un solo partido? Cartagena respondió que “sí, puede pasar que quede un concejo casi con gente de un solo partido, sobre todo porque hay menos regidores, si hay un número de votos muy alto para un solo partido, que tenga el 90% de votos por ejemplo”.
Ante este panorama, Cartagena recalcó que el espíritu de la ley es que se mantengan los concejos plurales, es decir, que sean integrados por personas de diferentes partidos, para que exista sano debate y contrapesos en la toma de decisiones dentro de cada municipalidad.
Hay una figura clave que la ciudadanía votante no podrá elegir: la persona a cargo de la dirección de cada distrito y su equipo de trabajo. Como ejemplo práctico podemos tomar a Mejicanos, que tiene una población de 134,363 para 2024, según la proyección de la Dirección General de Estadística y Censo (DIGESTYC), y que hasta este cambio ha funcionado como una alcaldía regular. Pero como ahora será parte del supermunicipio San Salvador Centro pasará a ser un distrito. Y su director o directora a cargo no será elegido por votación de la gente, sino por designación desde la alcaldía central; a pesar de que tendrá que tomar decisiones que impactarán de lleno en los servicios, administración y necesidades de todo Mejicanos.
Sobre la figura de esta dirección de distrito, Cartagena opinó que “esto de crear a los jefes distritales implica que ahora les va a tocar atender a muchísima más población de las que les tocaba atender a un jefe distrital en un municipio, ahora le tocará atender lo que antes era un municipio, y por tanto puede haber cierta desconexión, o más trabajo que tendrá que cumplir con persona, o de alguna manera, porque no es fácil llegar a tanta gente”.
En términos generales, para Cartagena esta reorganización de municipios está hecha con el objetivo de centralizar las administraciones de las alcaldías, algo que “no me parece que sea la mejor manera de atender a las comunidades.
La lógica es buscar descentralizar para estar más cerca del ciudadano que recibe el servicio”.