Llevar a El Salvador a una delimitación geográfica de 262 a 50 municipios no sería una tarea fácil, aunque se trate de un territorio de tan solo 21,000 kilómetros cuadrados, como lo planteó el presidente Nayib Bukele en un tuit el año pasado.
Hay factores de acceso a los servicios básicos, arraigo, identidad cultural, desarrollo local y protección del medio ambiente de por medio, señalaron varios expertos consultados por El Diario de Hoy.
“Cualquier demarcación territorial tiene costumbres, tiene una identidad cultural, hay un arraigo de la población a ese lugar”, afirmó la jefa Jurídica y de Anticorrupción de Cristosal, Ruth Eleonora López.
¿A dónde se ubicarán las parroquias?, ¿Qué municipios se privarán de celebrar sus fiestas patronales y las tradiciones propias de cada localidad?, ¿Quién tendrá la rectoría de los asentamientos del Registro del Estado Familiar?, ¿Quién cuidará los recursos naturales de cada municipalidad?, ¿A quién le pertenecerá la historia? Estas son solo algunas de las interrogantes que surgen entre los expertos.
El doctor Héctor Lindo Fuentes, profesor emérito de Historia y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Fordham, explicó que los municipios son los sucesores de los ayuntamientos de la época colonial.
En esa época, las municipalidades recaudaban los impuestos y estaban a cargo de la educación, de la policía, de la salubridad, de la administración de justicia, construcción de caminos y de la administración de los ejidos (terreno comunal).
En el siglo XIX esas responsabilidades fueron transferidas al gobierno central, como parte de la consolidación del Estado; sin embargo, Lindo Fuentes señala que esa acción no dio resultados positivos.
“Un aspecto negativo de esta transferencia fue que las autoridades locales eran las que mejor conocían las necesidades de su entorno y las autoridades en San Salvador tomaban decisiones que no necesariamente eran idóneas para el bienestar de la población del municipio”.
Héctor Lindo Fuentes, historiador
De hecho, señala que en el siglo XX la creación de un municipio se hacía pensando en beneficiar políticamente al gobernante de turno, “aumentando su popularidad en la localidad beneficiada”.
Al respecto, expertos en materia electoral como Ruth López, quien también es jefa jurídica y Anticorrupción de Cristosal; y Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana, apuntan a que la idea de Bukele de reducir los municipios a 50, es una estrategia “política electoral” con miras a favorecer al partido oficialista en los comicios de 2024 y, a todas luces, una intención de concentrar más poder del Estado.
“Todo tendría que tener un sustento, una justificación, no un simple capricho de concentrar poder”, expresó López.
Pero las implicaciones de una decisión de tal magnitud, no solo trastocaría la representatividad ciudadana en las urnas, generando un resultado “manipulado”: Los expertos sostienen que también afecta sensibilidades cotidianas de las personas en sus lugares de origen, en su trabajo, en su hogar, en sus relaciones con los vecinos de su municipio, costumbres, su identidad cultural y el arraigo familiar.
“Eliminar municipios no solo es un tema presupuestario, para tratar de concentrar poder. Tiene otras implicaciones, las culturales, empleo de la ciudadanía, de las personas que trabajan en los municipios, porque se tendrían que fusionar administraciones de distintos municipios, implica despidos”.
Ruth Eleonora López, jefa jurídica y anticorrupción de Cristosal
El desarrollo local, el acceso a los servicios básicos en los lugares más remotos del país y la protección del medio ambiente, también juegan un papel protagónico en cualquier cambio que se de en cuanto a la delimitación territorial, expresó Luis González, director de incidencia de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y el asesor económico, Rafael Lemus.
González destaca que alejando lo público de los territorios, no se garantiza una adecuada protección del medio ambiente, pues, señala que aún con 262 alcaldías que conocen las debilidades en materia ambiental y existiendo legislación y políticas ambientales claras, éstas no se cumplen y no se da un adecuado monitoreo y seguimiento de la gestión ambiental.
“Si eso no se hace hoy por hoy con 262 municipios, en donde hay unidades ambientales encargadas y autoridades encargadas para el seguimiento de esto, imaginemos que solo fueran 50”, cuestionó González.
Añadió que no solo la parte ambiental está en riesgo, ya que al alejar la asistencia pública de las zonas más recónditas del país también habrá menos acceso a salud, a educación, a servicios como la recolección de la basura, una actividad que está ligada al cuido del medio ambiente.
“Hacer menos municipios es alejar lo público, alejar la administración del Estado de las comunidades más lejanas y disminuir la protección ambiental, sería un retroceso”.
Luis González, director de incidencia de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES)
El alcalde de San José Villanueva, Pedro Durán, también señala que no por el hecho de reducir los municipios bajará la generación de basura o que habrá menos necesidad de prestar el servicio de alumbrado público, por ejemplo.
Durán manifestó que al momento todo es una “suposición”, que se le dificulta emitir una opinión certera, pero desde ya considera que hay inquietudes en cuanto a quién se haría cargo de los registros del Estado Familiar o de los Catastros.
“Yo creo que la reducción de municipios no es algo que va a generar un ahorro sustancial en las arcas del Estado. Centralizar nunca va a ser una buena idea”, manifestó Durán en la entrevista de TCS el 12 de enero.
¿Cómo serán reducidos los municipios?
La forma en cómo serían eliminados o fusionados también depende de otra información que el gobierno aún no tiene actualizada, que es el censo de población y vivienda. El último fue realizado en 2007.
La diputada de VAMOS, Claudia Ortiz, señaló hace unos días que estos datos son fundamentales para decidir una nueva distribución de los territorios.
El Código Municipal vigente desde 1986 establece que entre los requisitos para crear un municipio se debe contar con una población no menor a 50,000 habitantes y que estén constituidos en comunidades inadecuadamente asistidas por los órganos del gobierno del municipio a que pertenezcan; sin embargo, hay 243 municipios que tienen menos de 73,000 habitantes, según el censo de 2007.
López analiza que el Código Municipal se creó precisamente para evitar que el país se siguiera fraccionando. “Fue un límite que se puso ya con la creación de la ley”, apuntó.
El economista Rafael Lemus afirma que el planteamiento de Bukele de reducir los municipios a 50, podría ser una estrategia política electoral que el gobierno ha venido fabricando desde hace más de un año, la cual inició con la reducción del FODES, al eliminar toda la institucionalidad de asistencia alrededor de las municipalidades y culminando con la creación de la Dirección de Obras Municipales (DOM).
Sin embargo, Lemus cree que la mejor muestra de que la centralización del dinero no funciona para brindar todos los servicios que las municipalidades daban a sus poblaciones, fue la creación de la DOM y cree que ahora el gobierno busca “evitar la masacre electoral que se viene en las alcaldías” eliminando a la mayoría de ellas.
“Este gobierno ya están en la agenda electoral, bien sabe que si corre en las alcaldías en la situación actual perderán varias alcaldías, una manera de evitar esa derrota es una reforma política electoral para evitar la masacre que se viene en las alcaldías, la gente les dará un castigo en la parte municipal por todo el desastre que han creado, la desmejora de los servicios, la prepotencia, el derroche, además del impago de salarios y eso están tratando de evitar”, cuestionó Lemus.