Cruzar la selva o el tapón del Darién es muy peligroso; se ven o se sufren cosas terribles de parte de grupos delincuenciales que se aprovechan de los migrantes. Lo atestiguan muchos venezolanos y colombianos, como José Zapata, colombiano y casado con una venezolana, que por razones de seguridad tuvieron que emigrar a Estados Unidos.
Sin embargo, este colombiano, y su familia, tienen una opinión sobre el paso por el Darién.
"Prefiero pasar mil veces por el Darién que pasar por México", afirmó José, de aspecto joven, relatando que en Chiapas fueron víctimas de robos, $15 mil para ser exacto.
Sin embargo, José relató que en El Salvador también hay grupos armados que se aprovechan del paso de migrantes sudamericanos, asaltándolos, secuestrándolos y obligándolos a utilizar determinados vehículos como transportes, bajo la amenaza de que "ellos controlan todo".
José llegó a la Casa del Migrante de Tijuana en la mañana del 17 de julio, junto a su pareja y dos hijos; al siguiente día debía llegar a la frontera de San Ysidro, a su cita con Migración.
Fue en la Casa del Migrante de Tijuana donde un equipo de El Diario de Hoy conversó con él, contando que tuvo que salir de Colombia por amenazas del Clan del Golfo, luego de que supieran que él era parte de la empresa que había instalado cámaras en el municipio Planeta Rica, y creían que era para vigilarlos, cuando en realidad eran cámaras para ayudar al tráfico vehicular.
Salieron en septiembre de 2023 y llegaron a México el 22 de octubre, tras pasar una terrible experiencia de cinco días cruzando la selva del Darién.
Cosas terribles en el Darién
Otros venezolanos, como James Linares, dijo que la travesía por El Darién es sumamente complicada, no es nada fácil como alguna gente dice. "Vi muchas cosas feas, como cuando vi a una ciudadana haitiana a quien se le cayó su bebé, fue víctima de tres robos, y aparte, los indios como tal, agreden y roban a los migrantes.
En el caso de la haitiana, James detalló que ocurrió cuando iban subiendo una pendiente y la bebé se le resbaló del pecho, donde la llevaba.
James tardó aproximadamente cinco meses en viajar desde Venezuela y llegar a Estados Unidos, a donde llegó el 16 de julio anterior, junto con su hermano Víctor Linares. Todos solicitaron una cita a través de la aplicación CBP One y, por fortuna, dijo, les salió más pronto de lo que creyeron, en tan solo ocho días.
En el caso de José, éste reveló que su paso por El Salvador no fue sencillo. Recordó que al nomás entrar a El Salvador, luego de pasar Migración, pasaron caminando por un puente cuyo nombre dijo desconocer, fueron recibidos por un grupo de personas armadas que les dijeron que "son ellos los que mandan" y que las cosas tenían que hacerlas como ellos decían.
"No fueron mal educados en ningún momento, pero dijeron las cosas se hacen aquí de esta forma, va haber momentos en que tendrán que pagar una cuota por los transportes, además de que nosotros pagábamos un pasaje, que es lo normal que tu pagas un pasaje para trasladarse de un lugar a otro, había momentos en que se montaba Migración y nos pedían dinero. Y nos decían o pagan o se bajan", detalló José, añadiendo que eran diversas cantidades las que les exigían.
José asegura que eso le pasó no solo en El Salvador sino en varios países de los que tuvo que cruzar hasta México. José aseguró que esos hombres armados les dijeron que todos los transportes (de migrantes) eran de ellos. Además, el colombiano afirmó que los motoristas de esos transportes llevaban pistolas 9 mm. con cargadores largos. José dijo que sabía el calibre de esas armas porque fue oficial de la Fuerza Aérea de Colombia.
"Para cualquier cosa, el Migrante tiene que pagar, y pagar de más", explicó José, añadiendo que los migrantes que se arriesgan a caminar solos, son constantemente acechados por hombres armados quienes les "aconsejan" utilizar los transportes (que son de las mismas mafias) porque en el camino cualquier cosa mala les puede pasar.
"Mi cuñada hace unos cinco días llegó aquí a México y me contó que unas personas en el camino la llevaron a un monte, la desnudaron, e quitaron todo y la iban a violar pero luego se condolieron de ella y la soltaron. Eso le pasó en El Salvador", aseguró el colombiano quien el pasado 27 de julio, comentó que ya estaba trabajando temporalmente en el área de construcción.
A finales de marzo de este año, El Diario de Hoy publicó un reportaje sobre cómo El Salvador es usado por miles de sudamericanos que buscan llegar a Estados Unidos. Algunos de ellos llegan en avión hasta el Aeropuerto Monseñor Romero y desde allí emprenden su travesía por tierra para pasar a Honduras o Guatemala.
En el reportaje se documentó cómo en las fronteras establecidas, algunos sudamericanos son bajados de los autobuses, mientras que a otros grupos los dejan continuar. Además, en puntos fronterizos no autorizados, a pesar de estar vigilados por militares salvadoreños y guatemaltecos, los migrantes pasan frente a estos sin que nadie les obstruya el paso.
Pero además de suramericanos, El Salvador también se presta para el paso de ciudadanos indios y chinos, solo que el tráfico de estos es a otro nivel, pues llegan vía aérea y en cuanto llegan al aeropuerto son trasladados a hoteles de San Salvador para luego ser trasladados a Guatemala.
De acuerdo con Gilberto Martínez Amaya, administrador del albergue Casa del Migrante en Tijuana, los indios y chinos no utilizan los albergues. Eso es otro nivel, afirmó.
"Chinos no vienen por acá, o indios, no ellos están en otro nivel; ellos tienen como. Nuestra gente latina algunos pueden tardar meses para llegar aquí a Tijuana porque vienen caminando, vienen de raite, trabajando de pueblo en pueblo y hasta que llegan por acá, pero una persona que viene de otro continente, pues para brincar el charco necesita bastante dinero", argumentó Martínez Amaya.
Aunque para muchos migrantes, como el colombiano José Zapata, México sea un territorio muy duro y peligroso para los migrantes ilegales, para llegar a Estados Unidos vía terrestre, es un país por donde miles de latinoamericanos deben pasar, incluyendo miles de salvadoreños.
Según cifras de la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP), citadas por Enrique Lucero Vásquez, jefe de la Dirección Municipal de Ayuda al Migrante en Tijuana, en el pasado año fiscal, Estados Unidos detuvo a 47,981 salvadoreños tras haber cruzado de manera ilegal a esa país.