Llegar más allá de sus propios límites y ponerse a prueba para conquistar lo considerado imposible, son factores que han llevado al salvadoreño Chepe Ruiz a iniciar un viaje en bicicleta en la cual tiene previsto recorrer el mundo en compañía de la holandesa Marica van der Meer, quien es una deportista y escritora que ha publicado un promedio de catorce libros.
La travesía está prevista que dure dos años; tiempo donde prevé recorrer más de una treintena de países.
No es la primera ocasión que José Gabriel Ruiz realiza este tipo de travesía.
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El 14 de enero de 2018, se subió a su bicicleta y emprendió un viaje, desde el cantón Garita Palmera, en el distrito de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, de donde es originario, para iniciar un recorrido de 20,500 kilómetros para establecerse en Uruguay.
A dicho país llegó incentivado por su hija, que había escuchado que en él, los extranjeros podían estudiar de forma gratuita.
El año pasado recorrió otros 900 kilómetros en varios países europeos, donde estuvo de vacaciones.
En este tercer recorrido lo motiva demostrar al mundo que una persona que proviene de una familia de escasos recursos puede cumplir sus sueños y realizar este tipo de hazaña.
“En parte es eso, cómo un llamado a conquistar lo imposible, en cierto modo, porque no es fácil desde el aspecto material, mental, físico y económico, dejar la familia. Eso me movió a decir algo tan grande hay que hacerlo”, señaló durante la entrevista.
La misma se hizo a través de mensajes desde una aplicación debido a la diferencia de horas y porque el acceso a internet no es el mejor en algunas zonas que atraviesa durante su viaje.
Este proyecto ha sido denominado “Siguiendo al sol”; lo que implica dar la vuelta al mundo desde el Este.
“La primera etapa consta de un año. En un año estamos estimando llegar a Japón; luego se considera tomar un barco para México y bajar por todo Centroamérica, llegar a Panamá y Venezuela. Luego tomar otro barco para el continente africano; de ahí subiremos de nuevo hasta Marruecos y apareceremos de nuevo a España, Francia, Bélgica y Holanda de nuevo”, contó Ruiz.
El recorrido inició el 1 de abril desde Holanda, donde prevén terminar su recorrido dentro de dos años.
Si todo sale como está previsto, Ruiz y su compañera de travesía estarían pasando por El Salvador entre mayo y junio de 2025.
El salvadoreño contó que entre las dificultades que ha enfrentado están los daños en su bicicleta debido a que algunos caminos son de piedra. Algunas reparaciones las ha hecho él mismo de forma artesanal.
Pese a eso, reconoció que “lo que me ha gustado es tener la oportunidad como Latinoamérica de ver las culturas de estos países de Europa. Me impactó lo que es Europa Occidental y Europa del Este. Había leído sobre estas culturas pero cuando estás aquí te das cuenta que todavía hay una cortina de hierro cultural. La gente, por ejemplo, de República Checa es más fría, no te quiere saludar, me costaba que me dieran agua. En cambio en Alemania Occidental era más alegre, en Holanda la gente es muy amable y los autos te dejan pasar”, contó el ahuachapaneco.
El deseo de cumplir su sueño lo llevó a renunciar a su trabajo, en Uruguay, donde recibió apoyo de sus compañeros y jefes debido a que iba a poner en alto el nombre de El Salvador.
Chepe Ruiz lleva un amuleto consigo (piedra de jade); pero lo que más lo motiva en su viaje, señaló, es el cariño que le muestran las personas que lo conocen, entre ellos amigos y familiares.
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¿Quién es Chepe Ruiz?
A los tres años de edad, Ruiz se refugió, junto a su familia, en Guatemala para escapar de la guerra civil que atravesaba El Salvador en ese entonces. Vivió en carpas que habían sido instaladas en el parque de Esquipulas.
A los 18 años regresó a El Salvador, convirtiéndose al poco tiempo en padre. Luego migró a Estados Unidos, donde residió por un año; pero regresó a Guatemala para hacerse cargo de su hija, quien fue la inspiración de su primer año ya que quería estudiar medicina y había escuchado que en Uruguay la educación es gratuita para los extranjeros.
Sin embargo, antes había pensado en suspender su vida debido a las múltiples adversidades que enfrentaba, junto a su hija, debido a que provienen de una familia de escasos recursos.
Pero su mente se abrió en el 2004 cuando un tío le regaló la novela de Don Quijote de la Mancha que refleja a “un viejo loco” que se va por el mundo para vencer sus miedos a través de una serie de aventuras.