La demanda de agua en El Salvador ha aumentado y su disponibilidad ha disminuido de manera acelerada en una década revela el estudio Acceso al Agua de Calidad desarrollado por el departamento de Investigación e Innovación de la UCA.
La disminución de la disponibilidad de este líquido vital no solo se debe a la demanda, si no también a otros factores como el cambio climático y la contaminación, puntualizan los investigadores.
En tal sentido, desarrollaron el estudio en tres líneas, una de estas en lo relativo a la calidad del agua potable en relación a las fuentes de donde se genera.
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Bajo la interrogante ¿cuál es el estado actual de la contaminación de los ríos en El Salvador? se analizó principalmente el río Lempa el cual abastece a gran parte del país no solamente para consumo humano, sino también para las siembras agrícolas y las industrias.
En términos de calidad de agua concluye que esta ha empeorado. El 95 % de las aguas residuales (usadas en entornos domésticos y urbanos, la industrias y la ganadería) son lanzadas a receptores sin ningún tipo de tratamiento, en tanto, más del 70% de los ríos en El Salvador necesitan planes de descontaminación y saneamiento, expuso Meraris López, economista y experta en temas ambientales quien coordinó la investigación sobre el diagnóstico de la demanda, uso del agua y la disponibilidad del recurso.
Para el análisis se tomó como fuente los informes de calidad de agua publicados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales desde 2006 los cuales evalúan la calidad del agua en función del índice de calidad del agua y su condición para la potabilización convencional (por filtración, hirviendo o por cloración), y si esta es apta para el uso humano o animal.
Por ejemplo, "en riego directo de cultivos si el agua cumple con los criterios mínimos para estar en contacto con los seres humanos sin que esto pueda perjudicar nuestra salud", explica Violeta Chichique, máster en ingeniería ambiental y doctorado en Ingeniería Química con postgrado en la Universidad de Arizona Estados Unidos, quien estuvo a cargo de esta línea de la investigación.
En los informes oficiales que fueron analizados, añade Chichique hay datos de 55 ríos donde se puede ver que históricamente la calidad de agua de los ríos en El Salvador mayoritariamente se ha catalogado como mala a regular (prácticamente se imposibilita el desarrollo de la vida acuática).
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"Predominantemente desde el 2020 la calidad de agua se ha centrado como mala a regular y vemos que también el porcentaje de sitios que han tenido una pésima calidad de agua ha aumentado", expuso durante la presentación el pasado miércoles.
Respecto a las zonas donde se tiene la peor calidad del agua en los ríos, se tiene que la mayoría de las zonas en la cuenca del río Lempa tienen una calificación de mala a regular, reflejando mayor deterioro en la zona de confluencia del río Acelhuate, considerado el más contaminado de todo el país. .
En cuanto a la potabilización convencional del agua, se estableció que a partir del 2017 no ha habido ni un solo sitio que haya cumplido con la categoría para ser potabilizada por medios convencionales.
"Para que el estado pueda recuperar esto, para que el Estado pueda mejorar la calidad del agua tiene que invertir muchísimo más en tecnología más sofisticada para poder reducir los niveles de contaminación. Además esto es importante porque en la zona rural la cobertura de acceso de agua suministrada por ANDA es menor al 50%, lo que quiere decir que más del 50% de la población que vive en la zona rural tiene que buscar otras fuentes de acceso que muchas veces van a ser estos ríos. Entonces la gente no va a tener acceso a tecnología sencilla y barata para poder potabilizar el agua", apunta la experta.
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Explica además que al utilizar directamente esta agua para el riego de cultivos, se podría incurrir en algún tipo de contaminación y daño de los mismos.
En 2020 y 2022 solo un 2% o 3% de estos sitios fueron catalogados como aptos para que los seres humanos puedan estar en contacto con esta agua sin que esto pueda perjudicar su salud, concluye.