Cuatro funcionarios han llegado a dirigir el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en tres años de administración de Nayib Bukele y, pese a eso, el sector agricultor resiente que sus condiciones siguen siendo iguales o peores.
El último ministro interino acaba de ser nombrado: se trata de Óscar Guardado, quien se desempeña como presidente del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA) y sustituye a Enrique Parada, otro ministro interino que no estuvo en el cargo ni siquiera un año.
Esta semana también fue juramentado el diseñador Óscar Alejandro Domínguez Ruiz como viceministro de Agricultura y así, la institución ha visto llegar y salir a varios funcionarios que llegan con sus ideas y desechan las que están.
Estos cambios, sin embargo, no han significado ningún beneficio para los agricultores, afirman estos, pues pese a que hay muchas ideas, ninguna logra concretarse para bien del sector.
“Más allá de los funcionarios que llegan, lo que nos preocupa es que no existe una política nacional agropecuaria y así no hay un rumbo fijo”, opinó Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña De Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios CAMPO, la cual aglutina a más de 125,000 agricultores en el país.
125,000 trabajadores
Este es el número de agricultores representados en Campo. El 95% de ellos siembra granos básicos.
“El que va llegando va borrando todo lo que hizo el anterior (funcionario)”, comentó Treminio.
Según el líder gremial, por muchos conocimientos que alguno de ellos lleve a la institución, sin una política clara nacional clara, el sector no tendrá un desarrollo.
Cuando Pablo Anliker asumió como ministro al inicio del periodo de Nayib Bukele, en junio de 2019, prometió reactivar el agro, mejorar los sistemas de riego y tecnificar al sector.
Sin embargo, a partir de 2020 su principal esfuerzo fue importar granos básicos y otros productos alimenticios desde México para incluirlos en los paquetes alimenticios que el gobierno comenzó a entregar para hacer frente al cierre económico por la pandemia del covid-19.
Los agricultores se sintieron decepcionados de que el gobierno prefiriera comprar productos como el maíz y la leche a otros países antes que priorizar la producción local, que en ese año era suficiente para abastecer la demanda de alimentos.
Ese año el sector ganadero llegó a botar la leche pues no podían procesarla toda y el gobierno decidió comprarla a otros países antes que al local, lo que también resintió a este sector que a la fecha sigue luchado porque se controle la importación desmedida de los lácteos de Nicaragua.
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Su sucesor, David Martínez, llegó a controlar un poco esta importación y a prometer un plan de rescate para la agricultura. Sin embargo, su año de gestión se fue en burocracias y pese a tener aprobado un fideicomiso de $650 millones, los fondos nunca se obtuvieron.
Enrique Parada, que llegó como tercer ministro, ya ni siquiera habló de este plan de rescate y se dedicó a impulsar la entrega de semilla para los agricultores.
Casi al final de su periodo, consiguió que se aprobara la venta de fertilizantes más baratos para los agricultores, aunque con un tiempo de retraso.
Sin embargo, como resultado, el país tuvo una de las cosechas más bajas de los últimos 10 años con una reducción de más del 30% en granos básicos en comparación a años anteriores, lo que mantiene preocupado al sector dado que 2023 se vislumbra como un difícil año en términos económicos.
El nuevo ministro aún no se ha reunido con el sector agricultor.
Política más allá de los funcionarios
Lo que sí está claro para el sector agricultor es que si el MAG tuviera una política nacional de agricultura, cualquier funcionario que llegara podría darle continuidad y los proyectos no estarían a merced de las decisiones de los funcionarios que llegan y van.
Según Treminio, esta política debería contar con al menos tres aspectos importantes: participación de todos los sectores, medidas adaptadas al cambio climático y que trasciendan de gobierno.
Para el dirigente gremial es necesario hablar de medidas como la tecnificación de la agricultura así como de la semilla y los fertilizantes. Pero nada de eso rendirá frutos si se hace de forma aislada y sin ningún seguimiento, advierte.
Según Treminio, al solicitar una audiencia con el nuevo funcionario, propondrán que se trabaje en un plan nacional que logre darle continuidad a los proyectos que son prioritarios para la agricultura, sobre todo ahora que los altos precios de los productos está augurando años difíciles en cuanto a la seguridad alimentaria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha manifestado su preocupación porque en 2022 el precio de los alimentos ha alcanzado cifras récord, lo que pone en riesgo a miles de familias en pobreza.
Los insumos agrícolas y los efectos del cambio climático siguen siendo sus principales preocupaciones.
Semillas y gripe aviar
Entre los primeros pasos que ha dado Guardado como ministro interino del área agrícola está el anuncio de que se enfocará en generar las condiciones para potenciar los semilleros y con ello garantizar la seguridad alimentaria y nutricional con apoyo del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa).
Además comunicó a través de sus redes sociales un mayor acercamiento con la Dirección Nacional de Medicamentos para facilitará la tramitología relacionada con alimentos de uso veterinario, productos farmacéuticos, cosméticos, insumos higiénicos y dispositivos médicos. También ha anunciado la tecnificación de la ganadería y el monitoreo ante casos de gripe aviar en otros países.
Los sectores cafetaleros y ganaderos también han comenzado a tener una mayor actividad en cuanto a la entrega de insumos veterinarios y capacitaciones.
Los ex ministros de agricultura y sus ideas
En tres años el Ministerio ha tenido cuatro ministros, dos de ellos de forma interina.
Pablo Salvador Anliker, junio 2019-abril 2021
Su principal política fue la importación de granos básicos, sobre todo desde México. A partir de 2020, con la llegada de la pandemia, Anliker comenzó a aprobar la importación de maíz de Sinaloa. Tanto la Fiscalía como la Corte de Cuentas de ese momento investigaban irregularidades en la compra de insumos para paquetes alimenticios como maíz, harina, atún y otros que eran entregados en paquetes. El sector agricultor resintió que el gobierno prefiriera comprar granos básicos a México y no a los productores locales, pese a que la oferta era suficiente.
David Josué Martínez, abril 2021-marzo 2022
En casi un año al frente del Ministerio, David Martínez se dedicó a regular esas importaciones luego de que pasara lo más crítico de la pandemia. En su gestión intentó echar a andar el Plan Rescate de la Agricultura, pero no logró ejecutar muchos de estos proyectos debido a que faltaba financiamiento, ya que algunos de ellos estaban amarrados al Fideicomiso de $650 millones que aprobó la Asamblea. El dinero nunca se ejecutó.
Entre los pocos logros que se puede contar en su administración está la creación del Instituto de Bienestar Animal.
Enrique Parada, marzo 2022-diciembre 2022 (interino)
Parada no duró en el cargo como ministro interino ni siquiera un año, pero durante el tiempo que dirigió la institución, decidió dejar de lado el plan de rescate de la agricultura y decidió enfocarse en una producción histórica. Dio bastante realce a la entrega de paquetes agrícolas en momentos en que el precio de los fertilizantes subió a nivel nacional e internacional. Fue hasta casi el final de su periodo (septiembre) que se logró que los fertilizantes se vendieran a los agricultores a precio preferencial. La cosecha histórica que prometió fue, por el contrario, la más baja en años.