El 29 de junio del 2023, un vuelo chárter, procedente de Francia y operado por la aerolínea rumana, Legend Airlines, arribó al Aeropuerto Internacional El Salvador (AIES), Monseñor Óscar Arnulfo Romero, con 300 ciudadanos indios que entraron como turistas.
En El Salvador, una supuesta red de tráfico de personas tenía ya preparada la logística para alojarlos y luego transportarlos hacia las fronteras por donde continuarían su ruta hacia el norte, con el fin de cruzar de manera ilegal la frontera de México y Estados Unidos.
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Este último país era realmente su último destino, aunque entraron a El Salvador como turistas, para lo cual habían hecho reservas de hoteles que, en algunos casos, solo ocuparon por horas. La misma red se había encargado de hacerle esos arreglos.
Cerca del aeropuerto, varios buses de la ruta 79 y de la ruta 301, más un microbús esperaban, con rótulos que indicaban los nombres de dos hoteles donde serían alojados los "turistas indios".
Las autoridades salvadoreñas hicieron varias capturas, el pasado 10 de octubre, de personas a quienes han acusado de ser los responsables del tráfico de indios, brasileños, ecuatorianos y dominicanos; a la estructura también le han confiscado dos hoteles que supuestamente ocupaban para cometer el delito de tráfico ilegal de personas, según informó en su oportunidad la Fiscalía.
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Los detalles logísticos del vuelo de Legend Airlines es bastante parecido a los vuelos que algunas aerolíneas hacían desde la India, pasando por Francia hasta Nicaragua, según investigaciones de autoridades policiales de la India, consignadas en diversos reportes periodísticos.
En enero de este año, 14 policías fueron arrestados en India, acusados de tráfico ilegal de personas, relacionados a la inmovilización de un avión Airbus A340-313 propiedad de la compañía rumana Legend Airlines y con 303 pasajeros indios abordo que entrarían a Nicaragua como turistas.
A finales de diciembre de 2023, fue ampliamente difundida la noticia sobre la inmovilización de la aeronave de Legend Airlines con los 303 ciudadanos indios.
Un reporte periodístico de nicaraguainvestiga.com al respecto indica que la red de traficantes de la que eran parte los 14 policías ya había enviado tres vuelos en fechas anteriores que aterrizaron en Managua desde donde salieron hacia México para entrar a Estados Unidos.
"Al momento, las autoridades de Nicaragua han guardado silencio sobre el caso. El país se considera una ruta para la migración irregular, la cual, según diversas voces, es el nuevo negocio del dictador Daniel Ortega", se afirma en la nota periodística.
Misma aerolínea, misma cantidad, misma procedencia
«Es un fraude internacional que involucra a agentes en Gujarat, otras partes de la India y fuera de la India que están involucrados en facilitar el contrabando organizado a gran escala de personas desde la India a los Estados Unidos», consigna el medio nicaragüense, citando declaraciones que Rajkumar Pandian, director general adicional de la Policía de la India, dio a medios de su país, añadiendo que "no era un caso aislado".
En su sitio web, Legend Airlines se describe como "una aerolínea registrada en la UE, fundada en 2020 y con sede en Bucarest, Rumanía. Nuestra flota está formada por aviones de la familia Airbus A340, los únicos disponibles en Rumanía y listos para vuelos chárter y ACMI",
El Diario de Hoy ha intentado obtener la versión de la referida aerolínea, gestión que se ha hecho a través del correo electrónico que esa empresa consigna en su mismo sitio web, sin embargo, no se ha obtenido respuesta.
La publicación nicaragüense detalla que la investigación descubrió que, en la India, los vinculados a la red de tráfico ilegal de personas, prometían asistencia legal y empleos en Estados Unidos, a cambió de un pago de entre 72 mil y 96 mil dólares.
La inmovilización del vuelo con los 303 indios, por autoridades francesas, tuvo lugar seis meses después de que autoridades salvadoreñas fueran alertadas de que 300 indios arribarían como turistas, procedentes de Francia, en un vuelo de la misma aerolínea: Legend Airlines.
El 21 de noviembre de 2023, Brian A. Nichols, Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Departamento de Estado de los EE.UU., había anunciado sanciones para personas o empresas de transporte que se lucraran con el tráfico de personas.
"La nueva política de restricción de visas de @StateDept se dirige a quienes facilitan vuelos chárter a Nicaragua que explotan a los migrantes que esperan cruzar la frontera de Estados Unidos. Esta es una de varias acciones en curso para proteger a los migrantes y para poner fin a esta práctica abusiva", informó Nichols en su cuenta de X.
El paso de indios por territorio salvadoreño
En el caso de El Salvador, en el 2023, la presencia de ciudadanos indios, algunos con densas barbas y sus típicos turbantes, era notoria tanto en el aeropuerto internacional como en las proximidades de restaurantes de hamburguesas en la colonia Escalón.
Y no es para menos, las estadísticas de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) señalan que en 2023 la entrada de indios se disparó en más de un 500 por ciento, es decir, que en el año 2022, solo entraron 5,257, mientras que en el 2023, esa cifra se disparó a 32,070.
Más fácil. Si en el 2022 entraron 14 indios cada día, en el 2023, entraron 88 diariamente. En los primeros dos meses de 2024, esa cantidad disminuyó a 28 por día; aún así, era el doble de los que entraron en 2022.
El 1 de abril de 2023, en un motel de la población de Turín, en el departamento de Ahuachapán, cercano a la frontera Las Chinamas, 21 ciudadanos indios fueron localizados en varias habitaciones.
Las autoridades guardaron silencio en ese caso y no se supo qué pasó con los ciudadanos indios, es decir, si fueron deportados o fueron dejados en libertad, puesto que al estar en territorio salvadoreño y haber entrado como turistas, no había cometido ningún delito o violación a las leyes.
En esa ocasión fueron capturados tres salvadoreños que fueron identificados como Héber Oziel Echegoyén Ramón, de 23 años; Édgar Benjamín Galdámez Ruballos, de 45 años, y Élmer Orlando Castaneda Castaneda, de 28; el primero es originario de la colonia La Pradera, departamento de San Miguel, en tanto que los otros dos son de Metapán, distrito fronterizo del departamento de Santa Ana.
A lo largo de la línea fronteriza de El Salvador con Guatemala, y especialmente en el departamento de Santa Ana, en los distritos de Metapán, Texistepeque, San Antonio Pajonal y Candelaria de la Frontera, es notorio el cruce ilegal de personas extranjeras que van en tránsito hacia Estados Unidos.
A través de investigaciones periodísticas de El Diario de Hoy publicadas en marzo de este año, se reveló que los lugares antes mencionados son utilizados por los traficantes de personas que aprovechan, cuando menos, la poca vigilancia que hay en esos sectores. Por ejemplo, en el puesto policial del cantón El Jiote, suele haber tan poco personal que a veces solo está el que cuida las instalaciones.
En otros casos, se constató que había vigilancia de militares pero los extranjeros pasaban enfrente de ellos sin ningún problema.
Fuentes militares, asignadas supuestamente a la vigilancia de puestos fronterizos no autorizados afirman que en el sector entre Metapán y Candelaria de La Frontera (Santa Ana) es frecuente que en los retenes establecidos por policías, detecten ciudadanos turnos, indios o brasileños, quienes han entrado en calidad de turistas pero que manifiestan que van hacia Guatemala, pero al parecer, les ordenan no obstruirles el paso.
El 11 de junio de este año, varios extranjeros que viajaban en un vehículo hacia Metapán, resultaron heridos, al accidentarse a la altura del kilómetro 96. El caso llamó la atención luego de que el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) publicara que un ciudadano de Turquía había sido trasladado en helicóptero hacia el hospital Zacamil.
Fuentes de ese hospital afirmaron que el paciente turco fue atendido en un área especial que siempre estuvo custodiada por hombres armados con los rostros cubiertos con gorros pasamontañas. El acceso a ese lugar era restringido. Las fuentes sospechan que quienes los custodiaban eran militares. El turco se recuperó pero nunca, afirma la fuente, se supo el nombre ni quedó registro médico.