Jorge Medina tiene casi seis décadas de experiencia en la construcción ya que desde los 15 años aprendió el oficio de la albañilería, donde trabajó en proyectos importantes en varias zonas del país.
Pero a sus 71 años no logra conseguir trabajo ya que cada vez que toca una puerta, la respuesta que recibe es que no lo pueden contratar por su avanzada edad.
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“Ya no me daban trabajo porque si me decían ‘vaya a arreglar allá arriba, se va a caer y a nosotros nos va a tocar que pagar los gastos (funerarios)’; ahí me afligí”, contó el septuagenario.
Personas que conocían la experiencia que tenía en la rama, lo contrataban para pequeños trabajos, que dejaron de ser suficientes para costear los gastos en su casa.
Por ello, paralelamente empezó a trabajar como vigilante nocturno en una ferretería de Sonsonate, de donde es originario.
Un día, platicando con el propietario del negocio sobre las pocas oportunidades laborales que tenía en el oficio que lo apasionó desde pequeño, el empresario le dio la idea de que hiciera macetas y que le daría oportunidad de venderlas ahí mismo.
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La propuesta fue tomada con algo de incredulidad porque no tenía experiencia en la elaboración de dichos recipientes.
Sin embargo, se armó de valor y comenzó a elaborar macetas de cemento.
La alegría llegó cuando comenzó a venderlas y de nuevo sus ingresos económicos tuvieron un alivio.
En otra oportunidad llegó un cliente que le pidió que le hiciera un par de leones. Como todo salvadoreño que no se detiene ante los retos, fue a un negocio donde hacían este tipo de figuras, le dio cuatro vueltas a unas que encontró para observar la forma de cómo estaban hechas y se fue a su casa para cumplir el pedido que le habían hecho.
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Desde entonces, hace aproximadamente seis años, se dedica a la elaboración de figuras decorativas de cemento, que son comercializadas en sus recorridos que hace por diferentes calles y avenidas de la cabecera departamental.
Lo que gana sirve para su sustento y pagar un pequeño cuarto en la colonia Villa Lilian.
“Me gustó porque no hay mucha competencia”, dijo el septuagenario, quien aún tiene muchas energías para continuar laborando.