Tras publicarse en elsalvador.com la historia de José Valentín Rivera, un adulto mayor que lucha a diario entre la pobreza y sus problemas de salud a causa de una hernia, este martes una ambulancia del Sistema de Emergencia Médico llegó a traerlo a Morazán para trasladarlo al hospital nacional Zacamil, en San Salvador, en donde le realizarán una evaluación médica y trataran el problema de la hernia.
Tras una hora de publicación de la historia de Tin, como es conocido popularmente en el caserío Los Gutiérrez del cantón El Tablón del distrito de Sociedad en el departamento de Morazán, el Ministerio de Salud envió los equipos para trasladarlo e iniciar con todo el proceso de atención médica.
Valentín no cuenta con ningún tipo de comunicación vía telefónica. El único contacto para tener ese acercamiento fue Jhonny Romero, un joven que trabaja para el canal 15 El Zamorano, del distrito de Santa Rosa de Lima, en el municipio de La Unión Norte, quien hace más de un mes ha estado contando con el anciano.

Romero explicó que luego de recibir la llamada del Ministerio de Salud, en la que le explicaron que necesitan contactar al paciente, se fue a avisarle que lo iban a llegar atraer en ambulancia.
El anciano llevaba un buen tiempo tratando de ahorrar para poder pagar los gastos en transporte y otros en los que incurriría cuando fuera al hospital para que le trataran el problema de hernia,

“En un saquito de nylon llevaba una mudada (cambio de ropa), y en una matata llevó una bolsa de pan dulce, un jugo de naranja y una linterna”, agregó Romero.
Antes de que la buena noticia llegara a oídos de Valentín, él se encontraba jalando comida para animales y aporreando maíz en una hamaca, pero tras conocer de su traslado a un hospital, alistó lo más necesario, su matata y un saco con los esencial de ropa, sus documentos y una lámpara de mano.
Expresó que se sentía “contento” porque lo llevarían al hospital para el tratamiento por su hernia y problemas de la vista.
“A los doctores les diré que tengo problemas en los ojos y lo de la hernia”, expresó.

Rivera, de 77 años, es un adulto mayor de muy limitados recursos económicos que sobrevive con lo que va ganando al día que va desde $1.00, $5.00 hasta $10.00 por algunos de los trabajos que hace como de destusar el maíz, aporrear maicillo, limpieza de los terrenos con el machete o la cuma, y mandados como llevar el maíz al molino o jalar leña.
De acuerdo con los lugareños, Tin, como lo conocen popularmente en el caserío, es el mandadero que tienen las persona de la comunidad, hace el trabajo que le piden, en ocasiones el pago es una taza con café, el pan dulce y algo de dinero.
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