“Es algo tan cruel que le arranquen de la familia a un hijo que a uno le costó tanto educarlo y darle lo necesario, es un dolor que no se puede explicar”. De esa manera, Mari describe el año de espera, sin tener una respuesta por la desaparición de su hijo.
“Mi vida se ha llenado de tristeza, angustia y desesperación por encontrarlo. Es como tener una herida interna que no deja de sangrar”, añade Mari.
Este 16 de octubre se cumple un año desde el rapto y desaparición de Víctor Omar Franco Puro, sin que el Estado haya dado una respuesta a su familia, que la lleve al paradero del joven.
Podría interesarle: Madre de desaparecido en paseo El Carmen: "Solo pido que oren por él"
Mari, la madre de Omar, no pierde la esperanza de algún día recibir, aunque sea los restos de su hijo, para poder darles una sepultura digna y en un lugar donde ella pueda visitar, cada vez que la embarga la angustia y el dolor.
La madre del joven desaparecido confía que va a tener una respuesta de las autoridades de Seguridad en algún momento, aunque considera que hasta ahora estas no han tenido empatía y no se han hecho los esfuerzos necesarios para encontrarlo.
“Ellos (el gobierno) dicen que vivimos en un país seguro, donde está todo lo de primer mundo. Si llevan preso a un señor que atropelló un gato, como no poner a la orden todos los recursos que requiere la búsqueda de mi hijo”, reflexionó.
“Yo lo único que les pido es que pongan los recursos adecuados a la búsqueda de mi hijo”, agregó.
La madre de Omar relata que su vida ha sido difícil desde la desaparición de su hijo, a quien ella describe como un joven maravilloso, dinámico, alegre, con ganas de seguir adelante.
Omar aprovechó la cuarentena por el Covid-19 para mejorar sus conocimientos del idioma Inglés, lo que le permitió obtener un trabajo en un call center.
Entre los recuerdos que Mari atesora está el último cumpleaños de Omar, el cual celebraron en familia en la playa San Blas.
Ese día que cerró con un hermoso atardecer de cielo naranja, una brisa marina fresca acompañada por el sonido de las olas, en el que hubo regalos, juegos y mucha alegría, permanece en la memoria de Mari, como si hubiera sido ayer.
Omar fue raptado y posteriormente desaparecido el 16 de octubre de 2021, después de salir de una discoteca en el paseo El Carmen, en Santa Tecla, lugar al que había asistido con dos amigos.
Su madre recuerda que ese día su hijo no tenía previsto salir, pero sus amigos insistieron en que fueran a departir un rato.
Según las investigaciones preliminares, en el lugar, los tres jóvenes habrían tenido una discusión con los encargados a la hora de cancelar la cuenta.
Los tres jóvenes salieron del lugar, pero Omar se quedó en la zona, cerca de la 5a. Avenida Norte, a una cuadra de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Desde ese momento nunca volvió a casa.
En esa zona hay un sistema de videovigilancia, que se supone, funciona las 24 horas, y usualmente los agentes metropolitanos mantienen patrullajes.
Por seguridad, su madre le había recomendado a su hijo que si regresaban noche se quedara en casa de uno de sus amigos.
Es por eso que, la noche del sábado cuando el joven no regresó la familia supuso que regresaría al siguiente día como solía hacer. “Muchas veces hacíamos eso porque eran sus amigos con los que siempre salía” explica Mari.
Sin embargo, el domingo después del mediodía su madre le mandó un mensaje por WhatsApp pero ya no le cayó, el celular estaba apagado, lo que le pareció extraño a ella.
Luego Mari se comunicó con la novia de su hijo y sus amigos, pero nadie le dio razón del paradero de Omar.
Mari pide que se haga una investigación exhaustiva de todas las personas con las que su hijo tuvo contacto el día que desapareció.
El anhelo de su familia de encontrarlo con vida se ha ido desvaneciendo con el paso del tiempo a fuerza de lágrimas y dolor, pero aún esperan encontrar sus restos.
El pasado 14 de marzo la madre de Omar fue sometida a una prueba genética, debido a que en enero fue encontrado el Documento Único de Identidad (Dui) de su hijo, junto a unos restos, dentro de una fosa en el cementerio clandestino de Nuevo Cuscatlán.
Además: Familia de joven desaparecido lo recuerda en su cumpleaños en el mismo lugar que un año atrás
Este hallazgo se dió después que las autoridades iniciaran la búsqueda en ese lugar de los restos de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, quienes también fueron raptados, asesinados y desaparecidos en Santa Tecla.
La toma de muestras genéticas y el hallazgo del Dui de Omar le dio la esperanza a su madre que pronto recibiría una respuesta de parte del Estado.
Sin embargo, 15 días después inició el régimen de excepción ordenado por el presidente Nayib Bukele, y con ello las autoridades ya no brindaron información a los familiares de los desaparecidos sobre sus casos.
“Ninguna madre debería sufrir la desaparición de un hijo o una hija”, concluyó la madre de Omar.