Horas después de que saliera a luz pública que en Medicina Legal de Usulután estaba el cadáver de una niña desde ya casi dos días, sin que nadie llegara a reclamar el cuerpo, ese mismo día un hombre llegó a preguntar por la infante, de dos años de edad.
La muerte de la niña es parte de la tragedia que involucra dos infantes más y cinco adultos, víctimas de un accidente de tránsito ocurrido el domingo pasado, después del mediodía.
De los tres menores, hay un niño que está hospitalizado y que aún no habría sido identificado, según familiares de las víctimas.
VER: "Tenemos una niña de dos años en morgue, sin nadie que reclame el cadáver"
De acuerdo con el relato de los familiares de algunas de las víctimas, el domingo pasado Jessica y su hija Zoe, Mirna y su hija Raquel, otra mujer y un niño más (quienes no fueron identificados), además de otro hombre contrataron a un taxista en San Miguel para que los llevara a la playa porque iban a celebrar un cumpleaños.
El taxi, que tiene placas de San Salvador, lo abordaron en San Miguel.
De acuerdo con el informe policial, al vehículo le explotó una llanta y colisionó en la parte trasera de un pick up que se encontraba estacionado.
El accidente ocurrió en el sector del cantón el Borbollón, en San Miguel, carretera Litoral, después del mediodía.
La abuela materna de Zoe comenzó la búsqueda de la niña, pero lo hacía en los hospitales; abrigando la esperanza de encontrarla viva.
Pero Zoe murió en el lugar del accidente.
“La abuela materna me llegó a buscar a la oficina para que la fuera a reconocer. Nosotros estábamos vuelta y vuelta porque supuestamente la tenían en el (Hospital de Niños) Bloom, pero después los de la funeraria averiguaron que estaba en Medicina Legal de Usulután”, comentó Araceli Ramos Bonilla, abuela paterna de la niña.
Los padres de Zoe están separados. Araceli, la abuela paterna, asegura que tenían varios meses de no ver a la pequeña, incluso desconocían sobre el accidente.
“Llegaron (familia materna) porque dijeron que solo al papá se la podían entregar”, añade Araceli.
El velorio de la niña se realizó en casa de su padre y será sepultada la tarde de este miércoles, en el cementerio general de San Miguel.
El día del accidente, en el taxi también viajaba Mirna Araceli Orellana Velásquez, de 21 años de edad, quien falleció la noche del martes en el Hospital Nacional de San Miguel.
Según familiares de Mirna, ella se quebró la clavícula, brazos, además de presentar golpes internos en la cabeza, y en el corazón tenía un coágulo de sangre.
La familia de Mirna, también, ha vivido momentos de angustia al no poder localizar a Raquel O., de 3 años de edad (hija de Mirna).
“No dábamos con el paradero de mi sobrina, fuimos a ver si era la niña que estaba en la morgue, pero no era ella”, dijo una hermana de la ahora fallecida.
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Raquel fue trasladada al Hospital de Niños Benjamín Bloom, “salió del estado en el que se encontraba porque la tenían en la UCI, pero ya está reaccionando, ya puede estar mi pareja (tío político de Raquel) con ella, porque (antes) no se lo permitían, solo una hora. Esperamos que le den el alta porque la niña no tenía ningún golpe interno, mi hermana la cubrió”, agregó la hermana de Mirna.
En el taxi S59951S viajaban ocho personas: tres mujeres, tres niños y dos hombres, rumbo a cantón El Espino, municipio de Jucuarán, en Usulután, en el sector del Borbollón.
Jessica Araceli Larín Cruz, madre de Zoe, aún se encuentra hospitalizada debido a la gravedad de las lesiones.
También están en el hospital un hombre que acompañaba al grupo de amigas, y el motorista del taxi. De la tercera mujer solo se sabe que tuvo heridas menores.
Además del niño que está ingresado en el Hospital de niños, hasta el martes no lo habían identificado, comentaron los familiares Mirna.
Jessica y Mirna eran muy allegadas, su comunicación era constante y tenían por costumbre salir de paseo. Sobre las otras personas que les acompañaban, las familias dicen desconocer quienes son.
Araceli Ramos, abuela paterna de Zoe, solicita a las autoridades que investiguen el caso.
“Queremos justicia, es una niña que ha fallecido, como familiares queremos justicia que se aplique la ley porque es un vacío en nuestro corazón. La niña falleció por culpa de ese conductor, pero tal vez si lo castiga la ley no puede hacer lo mismo con otras personas”, alegó la abuela paterna.