Los accidentes de tránsito están calificados como una de las principales causas de muerte en el mundo. Según el Informe de Seguridad Vial de la Organización Mundial de la Salud, 1.3 millones de personas mueren al año en accidentes de tránsito, cifra que representa el 2.5 % de las muertes a nivel global.
En El Salvador, aunque las autoridades reportan una disminución en accidentabilidad en los últimos meses, especialistas consideran que los número aún son preocupantes y se debe poner especial énfasis en la atención a las víctimas y las secuelas que de estos derivan.
Un tema poco visible
Desde este enfoque, la accidentabilidad vial también se ha convertido en un tema que preocupa en materia de salud mental, un factor que se considera poco difundido.
Lee también: Motociclista murió al chocar de frente con camión en San Vicente
Las consecuencias que dejan tanto en las víctimas como en sus familias van desde depresión, pasando por traumas, ansiedad hasta cuadros de estrés generalizado, tanto para quienes sobreviven a un evento de esta naturaleza como para las familias que perdieron a uno de sus miembros o que sufrieron lesiones importantes.
Un estudio publicado en 2020 por European Journal of Public Health, llamado “Resultados de salud mental en supervivientes de accidentes de tráfico”, reveló que el 35% de los encuestados presentó síntomas de trastorno de estrés postraumático después de un accidente de tránsito, mientras que el 20% sufría de ansiedad por esta causa.
Fidias Alfaro, especialista en Psicología, señala que al relacionar estos temas, para el caso de El Salvador, no se puede dejar de lado el nivel de ansiedad general que el tráfico en sí ya está generando, y que se ha convertido en una problemática cada vez más agudizada en varios sectores del país.
Agrega que los daños psicológicos que los accidentes generan se dan de acuerdo a la edad de la persona, los horarios en los que se movilizan y sus características personales.
Además: Motociclista murió al chocar con camión y ser atropellado en la carretera de Oro
Las consecuencias psicológicas en un niño, por ejemplo, están relacionadas a los traumas, explica el especialista.
En este caso pueden aparecer condiciones como: resistencia a actividades relacionadas al evento, miedo a subirse a un asiento de un automóvil o estar cerca de este, pesadillas o alteraciones del sueño, del apetito, entre otros.
“En el caso de un adulto mayor, un siniestro vial le va generar cuadros de ansiedad, estrés y hasta depresión”, añade.
Para el psicológo, el entorno social y la estructura vial en el país “no son adecuadas”, y esto de por sí conlleva a “una salud mental frágil”.
Para el experto, resulta importante dar atención a estos daños psicológicos de manera oportuna, dado que la percepción del riesgo de vida ligado a un evento de esta naturaleza conlleva a la continuación y gravedad de cuadros traumáticos.