Cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro con el objetivo de crear conciencia sobre sus cuidados e informar a la población sobre los trastornos neurológicos más frecuentes que están afectando a las personas, a nivel mundial.
Este año la Federación Mundial de Neurología ha dedicado el lema a la prevención debido a que hasta el 40% de las enfermedades demenciales son prevenibles, según estudios.
La cefalea o comúnmente conocido como dolor de cabeza es uno de los problemas más comunes que afecta a la población salvadoreña, aunque no es considerado una enfermedad peligrosa puede llegar a provocar una constante discapacidad en la población, detalla el neurólogo, Daniel Pereira.
Desde el dolor de cabeza por estrés hasta la migraña son considerados problemas primarios y constantemente atendidos por el sistema de salud actual.
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Pero uno de las trastornos frecuentemente observados en pacientes es el derrame cerebral “ictus o evento cerebrovascular”, el experto en neurología explicó que esto ocurre cuando se bloquea el flujo de sangre a una parte del cerebro o un vaso sanguíneo se rompe, generando un daño importante en las células cerebrales.
Pereira sostiene que entre las principales afectaciones al cerebro los casos de epilepsia y las enfermedades neurodegenerativas se vuelven muy comunes.
“A la cabeza vienen las demencias tipo alzheimer y las enfermedades degenerativas como el Parkinson, que entre estos grupos está la mayor afluencia de pacientes en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y por ende son como las más comunes en nuestro país”, detalló.
Las observaciones del médico al sistema de salud concuerdan con los hallazgos publicados por la Federación de Neurología que apuntan a los accidentes cerebrovasculares (ACV), migrañas, enfermedad de Alzheimer, meningitis y epilepsia como los principales problemas para la población mundial.
Tomando en cuenta este escenario los expertos señalan la necesidad de prevenir el deterioro cognitivo.
El cerebro cuenta con varias etapas de desarrollo y crecimiento que llegan hasta la etapa adulta.
“El cerebro se comienza a desarrollar desde las primeras etapas del desarrollo embrionario y continua durante la infancia, hasta llegar a la etapa adulta aunque tienen menor capacidad de generar conexiones y células reproductoras. Lo importante en el cerebro adulto son las conexiones que permiten aprender nuevas cosas y mantenerlo saludable”, detalló Pereira.
Al igual que el resto del cuerpo el cerebro experimenta un proceso de envejecimiento, pero el experto señala que “no es un proceso que llegue a la disfunción, mi cerebro debería llegar al final de mi vida funcionando adecuadamente, siendo capaz de mantener independencia, cuando ya no se logra, es decir llegamos a nuestra etapa de adulto con necesidad de asistencia eso se conoce como demencia y no es normal en ningún sentido”, aclaró el neurólogo.
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Investigaciones apuntan que el envejecimiento cerebral no se puede evitar por completo, puede ser significativamente retrasado y mitigado a través de diversas estrategias y hábitos de vida saludables en las personas.
“Todo lo que yo conozco y soy es a partir del cerebro por eso la importancia de mantenerlo funcionando en todas las etapas de nuestra vida”, agregó Pereira.
Con la edad todas las personas experimentan algunos cambios pueden ser visuales, movilidad e incluso olvidos, un escenario diferente a las personas que sufren deterioro cognitivo que se presenta cuando el rendimiento del cerebro está por debajo de lo esperado para la edad y escolaridad e implica alguna patología como Alzheimer.
Factores de riesgo
Es importante identificar los cuadros de estrés que las personas pueden experimentar debido a que si esta conducta se mantiene por semanas o meses puede volverse un problema crónico afectando directamente al sistema nervioso, una vez afecta el cerebro puede llegar a crear estados de ansiedad, depresión e insomnio; además de otras afecciones cardiovasculares, digestivas y del sistema inmune.
Cuidados de la salud cerebral
La clave para un envejecimiento cerebral saludable se encuentra en adoptar buenos hábitos de vida:
- Alimentación: Los expertos recomiendan a las personas orientarse por dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y nueces, ya que se ha comprobado tener beneficios para la salud cerebral. Además, consumir alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Y reducir el consumo de sal ya que está relacionado al incremento de la presión arterial.
- Hidratación: Se estima que el agua representa el 75% de la masa cerebral e interviene en la regulación de las funciones cerebrales. La deshidratación puede afectar el rendimiento cognitivo, principalmente en tareas que involucran atención, función ejecutiva y coordinación motora
- Ejercicio: Actividades físicas como caminar, correr o nadar de forma frecuente estimulan la circulación sanguínea y promueve la neurogénesis, mientras que el entrenamiento de fuerza ayuda a mantener una buena función cognitiva.
- Aprendizaje continuo: Actividades como leer, aprender un nuevo idioma o la socialización constante ayuda a preservar las funciones cerebrales.
- Calidad del sueño: Mantener un horario de descanso y lugar adecuado para dormir se vuelve una pieza clave para el cuidado del cerebro ya que en este lapso el cuerpo se desintoxica y regenera. La demencia está relacionada a las personas con sueño fragmentado o deficiencia del mismo.
- Evitar el consumo de cigarrillos: El consumo de tabaco puede incrementar hasta cuatro veces los riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular, además los fumadores tienen riesgo de demencia temprana. Estas situaciones están relacionadas al daño en los vasos sanguíneos.