Aunque se necesita una investigación profunda que está por comenzar, especialistas en aeronáutica hicieron una serie de valoraciones a tomar en cuenta sobre la tragedia aérea en la que perecieron el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, y otras ocho personas, en La Unión, el pasado domingo.
En primer lugar, experimentado piloto de helicópteros y conocedor del tema de la seguridad, que pidió reservar su identidad, cuestionó por qué llevar a altos mandos o directivos de entidades civiles o militares o personajes clave en un mismo vehículo o aeronave.
En materia de seguridad personal e institucional consideró que nunca es conveniente llevar en un mismo transporte a veces hasta a miembros clave de una misma familia cuando se sabe que el trayecto entraña dificultades.
Esto es importante tanto por la integridad de las personas, su rango, pero también por el nivel de información que manejan y que es clave para las entidades que dirigen.
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Valoran riesgos y dificultades
En cuanto a la operación, la fuente explicó que se puede volar en medio de lluvia y de noche, pero los tripulantes deben tener la suficiente experiencia y pericia para hacerlo.
Los tripulantes del helicóptero siniestrado estaban en los límites prácticamente y dependía de su práctica y conocimiento de la aeronave el cumplir la misión de transporte, además de las dificultades climáticas y otros factores que debieron valorarse previamente, sobre todo porque desde temprano se había anunciado que habría mal tiempo en el territorio entre Honduras y El Salvador.
Según la fuente, también influye la antigüedad del aparato, un UH-1H, por lo cual era mejor haber viajado en unos helicópteros más nuevos de los que dispone la Fuerza Aérea.
Otras fuentes militares, expertas como pilotos de helicópteros, coincidieron en que les resulta incomprensible por qué para esa misión no se asignó una mejor aeronave, como uno de los helicópteros Bell 412, con mucha más capacidad de carga, por ejemplo.
Según las fuentes, un capitán de aeronave que cumpla con este tipo de travesías, debe contar con al menos 600 horas de vuelo totales.
Otra tragedia en condiciones similares
Las fuentes recordaron que hace dos décadas un helicóptero se accidentó cuando, en condiciones similares a las de este caso, fue a rescatar a una familia que sufrió un asalto en Guatemala.
Fue el 10 de julio de 2002 cuando tres miembros de una familia murieron junto a cuatro militares cuando el helicóptero militar del tipo Ranger Bell 412, se estrelló en medio de una fuerte lluvia en las cercanías de Armenia, a unos 45 kilómetros al oeste de San Salvador.
Las víctimas eran un piloto comercial, su esposa y su hijo adolescente, quienes fueron asaltados en de Chiquimulilla, en el vecino país, por delincuentes que además asesinaron a la hija menor del matrimonio.
Los otros tripulantes eran el piloto del helicóptero y el copiloto, un enfermero y un mecánico.