La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) señala que los ríos del país “agonizan” y muestra de ello es que el 79% requieren planes de descontaminación y saneamiento. Además, un 21% de los afluentes se clasifican como ecosistemas en recuperación paulatina de la calidad del agua para la protección de vida acuática.
Ejemplo de la contaminación que enfrentan los ríos salvadoreños es la cantidad de desechos sólidos que fueron extraídos durante una jornada de limpieza desarrollada por las comunidades en la bocana El Limón, ubicada en el distrito de Acajutla, en Sonsonate Oeste.
Decenas de botellas plásticas fueron extraídas durante la actividad; muchas fueron utilizadas para la comercialización de agroquímicos, lo que aumenta el daño ambiental, de acuerdo con la oenegé.
Lea además: Veinte mil personas sin sistema de saneamiento contaminan río en San Antonio del Monte
Cincuenta bolsas tamaño grande fueron llenadas con desechos sólidos recolectados por 150 personas que participaron en la actividad.
La Mesa por la Sustentabilidad del Agua y el Medio Ambiente de Ahuachapán (MESAMA), la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO) y la Red de Jóvenes de Ahuachapán y Sonsonate, señalaron que con esta jornada de limpieza visibilizan la situación en la que se encuentran los ríos del país y los humedales, donde desembocan estas subcuencas.
Además del impacto de los desechos sólidos en los ecosistemas marinos costeros.
Explicaron que ambos territorios cuentan con diferentes cuencas y subcuencas, entre ellas, el río Cauta (comprende Guaymango y Acajutla), río El Naranjo, río Cara Sucia-San Pedro Belén, microcuenca El Aguacate, cuenca Sensunapán, y la cuenca Banderas.
“Estas subcuencas, que a menudo son impactadas por cantidades de desechos sólidos, desembocan en el Sistema de Humedales Barra de Santiago, Zanjón El Chino, Santa Rita, El Zaite y Costa Azul, los cuales constituyen una zona estratégica para la biodiversidad regional y la mitigación al Cambio Climático. Estos ecosistemas representan un elemento de vital importancia para las comunidades, ya que proporcionan agua, generan seguridad y soberanía alimentaria, son amortiguadores naturales, esenciales para la biodiversidad y proporcionan medios de vida”, indicó la UNES a través de un comunicado.
La entidad enfatizó que los humedales de Ahuachapán y Sonsonate están amenazados por diferentes factores, entre ellos, monocultivos de caña, plátano, soja y palma africana; expansión de la industria azucarera; malas prácticas del uso del agua de la parte alta y media de las subcuencas por parte del sector ganadero; mala gestión de desechos y vertidos de industrias turísticas, así como la deforestación indiscriminada.
“Estas prácticas provocan desequilibrio en el nivel de salinidad del agua, que la convierte en no apta para el consumo. Además, afecta la disponibilidad de medios de vida y pone en riesgo a miles de especies, ecosistemas y comunidades eco dependientes, aumentando los niveles de vulnerabilidad del territorio. Según datos de 2022, en el manglar de Metalío se presentaron condiciones de hipoxia (disminución del suministro de oxígeno), teniendo promedios de oxígeno disuelto de hasta 1.9 O2, en época lluviosa. Estas condiciones se deben, posiblemente, a la deposición de excesos de nutrientes provenientes de productos químicos que contienen nitrógeno y fósforo, que afectan en gran medida a organismos acuáticos (peces e invertebrados como cangrejos, conchas, zooplancton, etc.)”, detalló la entidad.
Ejemplificó que el área estatal del manglar de Metalío, que incluye la presencia de bosque dulce y salado, ocupa un total 472.7 hectáreas.
Sin embargo, un estudio de diagnóstico para la elaboración del plan de restauración del bosque salado de dicho ecosistema, determinó que 247 hectáreas están sin cobertura vegetal y cerca de 70 han sufrido un cambio de uso de suelo para cultivos, introducción de ganado y construcción de vivienda.
También ha sido invadida por plantas no nativas que han desplazado a las originales.
Le puede interesar: “El río pasó a convertirse en la cañería de aguas negras de la zona urbana”
Una de las personas integrantes de la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate, Doris Robredo, solicitó a las autoridades correspondientes que haya una mejor recolección de desechos sólidos, ampliando, además, el servicio del tren de aseo.
“Y también que haya limpieza de ríos y quebradas en los diferentes municipios; es un llamado para todos, esta es nuestra casa común. Como dice el papa Francisco, cuidémosla y defendámosla”, dijo durante la jornada de limpieza.
El “Mapa socioeconómico: Guía para los nuevos 44 municipios de El Salvador” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establece que el 42.5% de los hogares en el país está sin recolección de basura pública.
En Sonsonate Oeste, el porcentaje alcanza el 70.4%; es decir que apenas 3 de cada 10 hogares tiene recolección de basura pública.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó, en el 2022, que el país generaba 4,226.48 toneladas al día de residuos y que la disposición en rellenos sanitarios es del 81%, lo que equivale a 3,001 toneladas por día. Es decir que 1,225.48 toneladas no reciben un tratamiento adecuado cada día.
Las organizaciones solicitaron a la dependencia gubernamental que fomente la protección de fuentes de agua y la mejora de los ecosistemas, principalmente en las cuencas mencionadas, o que se aproximan, con estrés hídrico.
Además de la participación ciudadana y la gobernanza ambiental, desde un enfoque de cuenca, que permita la acción de las personas a favor de sus ecosistemas y bienes hídricos.
Sara Guardado, de la Mesa por la Sustentabilidad del Agua y el Medio Ambiente de Ahuachapán, indicó que hace un mes entregaron al gobierno una propuesta de retiro de cinco “agrotóxicos”.
“Es importante ver esos estudios, ver cuántas toneladas entran de estos insecticidas, pesticidas y herbicidas al año a nuestro país y cuánto genera el daño que están ocasionando. Como organizaciones sociales tenemos las alternativas agroecológicas que es muy importante porque teniendo todas estas alternativas no utilizamos todos esos depósitos que vienen a parar a los ecosistemas de manglar, a nuestras cuencas. Y que toda esta sedimentación que existe aquí, del uso de los agrotóxicos, nos viene a dañar toda esta biodiversidad que tenemos dentro de los manglares”, señaló.
En el 2019, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) lanzó el programa “SOS ríos limpios”, con el objetivo de limpiar seis ríos principales del país: Grande de San Miguel, Acelhuate, Sucio, Paz, Goascorán y Suquiapa.
El mismo incluye acciones de corto, mediano y largo plazo, como la extracción de desechos sólidos en puntos críticos, reuniones de emergencia con los alcaldes de los municipios identificados, la implementación de biobardas y la reducción y sustitución de plástico de uno solo uso.