Para los conductores que pasan frecuentemente por la carretera del Litoral, jurisdicción de San Miguel, es común ver la venta de pericos, garrobos e iguanas; pese a que su comercio es ilegal.
Adultos y menores de edad salen a la carretera a exhibir loa reptiles y las aves; los cuales fueron sacados de su hábitat para comercializarlos.
Algunos ambientalistas de la zona, alertan que los animales posiblemente fueron sacados de la zona del cantón El Delirio, en San Miguel.
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A través de redes sociales, ambientalistas han denunciado que los reptiles son golpeados, atados de sus extremidades y cosidos con hilos de para evitar que escapen. Tanto garrobos como iguanas son ofrecidos para el consumo.
En el caso de las aves, con solo días de nacidas, las extraen de los nidos para enjaularlas y venderlas como animales de compañía.
Muchos de los animales mueren sean vendidos o no, debido a los procedimientos de tortura a los que son sometidos.
“Alcalde de San Miguel, Ministerio de Medio Ambiente, Juzgado Medio Ambiental y Policía Nacional Civil, ¿Cómo hacemos para que actúen?, esos depredadores furtivos no son pobres, son haraganes y les gusta ganar dinero fácil a costa de la vida de los animales”, expuso el ambientalista en redes sociales.
En El Salvador la cacería de este tipo de animales está prohibida según la ley de Conservación de Vida Silvestre, en su artículo 4 literal (b) señala que: “Todo acto de captura o recolección viva o muerta de ejemplares de la vida silvestre y toda actividad asociada con la misma, ya sea para uso o consumo personal o para transferencia o ventas a otras personas”, serán sancionados con multas.
En el capítulo IV, artículo 22 dice que: “En toda sanción impuesta se tomará en cuenta la gravedad de la infracción, considerando la gravedad de especímenes capturados o recolectados, el grado de amenaza de las especies y el método de captura o recolecta.”
El activista agrego: “por si no sabían que cualquier animal cazado y mutilado de esa manera les produce estrés, toxinas y mala sangre en su sistema nervioso central, por lo que no es medicina, es carne que puede generar enfermedades graves al ser humano.”
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En 2014, la tesis Determinación del impacto antropogénico en las poblaciones de Iguana iguana y Ctenosaura similis, hecha en la Universidad de El Salvador advertía que “Los especímenes de garrobo e iguana verde, rescatados en los decomisos realizados por parte del MARN y PNC en las carreteras, se encuentran en su mayoría bajo un gran estrés, amarrados sin alimento y agua dejándolos moribundos y sin muchas posibilidades de habitad natural.
Las iguanas son de gran importancia ecológica, por ser una especie que contribuye con el equilibrio del ecosistema durante el proceso de germinación y dispersión de semillas.
En El Salvador, entre los reptiles amenazados principalmente por la actividad humana, están: salamandras, sapos, ranas, garrobos, iguanas, tenguereches, bejuquilla, tepelcúa, tamagáz, falsa coral, víbora cascabel, caimán y cocodrilos.
Esta amenaza se relaciona a que algunos de los reptiles son destinados al consumo, uso comercial o domesticación indebida.