Un antiguo rival de Hugo Chávez fue inscrito sobre la medianoche del lunes, al filo del cierre de las postulaciones, para enfrentar al presidente Nicolás Maduro en las elecciones en Venezuela, después de que la principal coalición opositora denunciara que se le impidió presentar a su aspirante.
Un Nuevo Tiempo (UNT), uno de los partidos políticos que integra la coalición opositora Plataforma Unitaria, postuló a Manuel Rosales como candidato para los comicios presidenciales del próximo 28 de julio, confirmó el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso.
“Lo hicieron por la vía automatizada”, dijo Amoroso.
Rosales, de 71 años, es gobernador de Zulia, un estado petrolero en la frontera occidental con Colombia, y se enfrentó en las presidenciales de 2006 al fallecido Hugo Chávez, cuando el líder socialista estaba en el cénit de su popularidad.
Minutos antes de conocerse su inscripción, la Plataforma Unitaria denunció que “nunca” tuvo acceso al sistema de postulaciones en una plataforma web del CNE desde que el proceso fue abierto el jueves pasado.
Maduro, que aspira a un tercer período que lo proyecta a 18 años en el poder, inscribió más temprano su aspiración con bombos y platillos y sin ninguna restricción.
La Plataforma Unitaria tenía planificado inscribir a Corina Yoris, nominada para tomar el lugar de María Corina Machado, que había arrasado el año pasado en las primarias de esta alianza de partidos.
Machado era favorita en las encuestas pero quedó inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años.
“Informamos a la opinión pública nacional y al mundo que todo el día hemos estado trabajando, reunidos en sesión permanente, para tratar de ejercer nuestro derecho constitucional de postular nuestro candidato y no ha sido posible. No nos han permitido acceder al sistema de postulaciones”, dijo el dirigente Omar Barboza en un video divulgado por la coalición.
Ni Machado ni la Plataforma Unitaria se han pronunciado sobre la postulación del gobernador.
Al borde del cierre, el exrector electoral y exparlamentario opositor Enrique Márquez presentó su postulación como “independiente”.
“No tiene nada que ver mi postulación, por ahora, con apoyo de ningún partido de la llamada Plataforma Unitaria”, aclaró Márquez, que perteneció a la vieja Mesa de la Unidad Democrática, sustituida por la PUD, pero después creó un partido político propio. “Esto es autónomo, soy un político independiente”.
– “Volver a ganar” –
Maduro llegó al CNE en un todoterreno rojo, acompañado por miles de militantes convocados por el gubernamental Partido Socialista de Venezuela (PSUV), portando un cartel con una ilustración en carbonillo de los rostros del prócer de la independencia Simón Bolívar y de Chávez.
Otra decena de agrupaciones afines al chavismo habían formalizado su apoyo al mandatario.
“Se los juro (…), el 28 de julio, día del cumpleaños número 70 del comandante Chávez, les vamos a volver a ganar”, dijo el gobernante ante una multitud en una tarima en las proximidades del organismo electoral después de oficializar su aspiración.
Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay manifestaron en un comunicado conjunto “su preocupación ante el impedimento de la inscripción” de la oposición.
El politólogo Jorge Morán declaró a la AFP que el chavismo buscó con el bloqueo a la Plataforma Unitaria repetir el escenario de 2018, cuando el grueso de la oposición boicoteó las presidenciales, llamando a la abstención y denunciando un fraude.
Se postularon también nueve candidatos que se presentan como opositores, pero en algunos casos han sido tildados de “alacranes”, término usado en Venezuela para nombrar a “colaboracionistas” del gobierno chavista.
El CNE tiene ahora la última palabra tras los lapsos para impugnaciones. Debe aprobar las candidaturas y Amoroso anunció que se informará de las aspiraciones aceptadas el martes.
Maduro denunció que dos hombres armados a los que vinculó al partido de Machado, Vente Venezuela, fueron detenidos tras infiltrarse en la concentración del chavismo con el plan de asesinarlo; lo que esa agrupación calificó de “infundada acusación”. La fiscalía adelantó que serán imputados por terrorismo y tentativa de magnicidio.
Siete dirigentes del partido han sido arrestados en los últimos días y el Ministerio Público emitió órdenes de captura contra otros siete.
¿Quién es Manuel Rosales?
No fue la primera opción ni tampoco la segunda, pero al final el veterano y astuto Manuel Rosales, más pragmático y negociador que otros dirigentes opositores vetados por el gobierno, será el principal rival del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio en Venezuela.
La postulación del gobernador del estado petrolero de Zulia (oeste, fronterizo con Colombia) ocurrió en el último minuto, de forma dramática, después de que la principal alianza opositora denunciara que se le impidió inscribir a su aspirante, al ser bloqueada en la plataforma web para la inscripción de candidatos.
Rosales fue candidato presidencial en 2006, cuando enfrentó al fallecido expresidente Hugo Chávez, que lo derrotó con millones de votos de ventaja.
Su partido, Un Nuevo Tiempo (UNT), logró inscribirlo, mientras que la Plataforma Unitaria, que tiene su propia boleta electoral no pudo registrar la candidatura de Corina Yoris, el plan B de la oposición
Yoris fue nominada por María Corina Machado, favorita en las encuestas y la primera opción opositora, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años.
Ni la Plataforma Unitaria ni Machado han expresado, por el momento, apoyo a la candidatura de Rosales.
El beneplácito de Machado es crucial, tras arrasar con más del 90% de los votos en la primaria opositora de octubre pasado, muy por encima de sus rivales. Rosales, un experimentado y astuto político de 71 años, no participó en esa consulta.
Es un candidato “más potable” para el gobierno, que se juega su continuidad tras un cuarto de siglo en el poder, según analistas.
Pero a la vez es una figura divisoria en la oposición, sobre todo en los últimos meses, por contactos mantenidos con Maduro desde que reasumió la gobernación.
De hecho, Machado siempre marcó distancia hasta una primera reunión la semana pasada para trazar la unidad.
En esa cita, la UNT se mantuvo firme al lado de la opción labrada por la líder opositora, hasta que la autoridad electoral sólo permitió lanzar al gobernador.
“Ha demostrado ser un hombre muy pragmático, que sabe adecuarse a las circunstancias y que nunca está negado a negociar”, explicó a la AFP la analista política María Alexandra Semprún.
– De la gobernación al exilio –
Rosales enfrentó al fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) en las presidenciales de diciembre de 2006. Obtuvo 4,2 millones de votos, tres millones menos que el gobernante socialista, que surfeaba una ola gigante de popularidad.
Hoy, como entonces, espera aglutinar en torno a su candidatura a la mayor parte de la atomizada oposición, aunque esta vez el pegamento es Machado, líder indiscutible del antichavismo, pero obligada a enfrentar a Maduro en un costado, levantando la mano a otro.
El nombre de Rosales es una institución en el Zulia, feudo petrolero y el estado más poblado del país.
El fallecido Chávez irónicamente se refería a él como “el filósofo de Zulia”, aludiendo deslices de Rosales en sus discursos.
Regresó a la gobernación en las elecciones de 2021, cuando la oposición puso fin a una fracasada estrategia de dos años de boicot electoral. Se impuso al oficialista Omar Prieto, que aspiraba a la reelección.
Había sido gobernador entre 2000 y 2008 y alcalde de la capital del estado, Maracaibo, la segunda ciudad del país, entre 1996 y 2000 y luego desde 2008 hasta 2009, cuando partió al exilio, acusado de enriquecimiento ilícito.
La acción judicial siguió a amenazas de Chávez de encarcelarlo y poner fin a su carrera política, aduciendo que el opositor conspiraba en su contra.
Su liderazgo fue ocupado por otros actores, que también fueron desplazados con años de fracasos políticos y ahora tomó Machado.
Tras seis años en el exilio en Perú, y alejado de la confrontación con el chavismo, fue detenido al regresar a Venezuela en octubre de 2015. Dos años después cesó una inhabilitación política en su contra por corrupción, que le permitió volver a las urnas.