El papa Francisco lamentó este domingo que más de un millón de personas se hayan quedado sin electricidad ni agua en Ucrania por los ataques rusos a la infraestructura energética del país.
"Estoy cerca del martirizado pueblo ucraniano, duramente afectado por los ataques a la infraestructura energética. Además de provocar muertes y heridos, han dejado más de un millón de personas sin electricidad ni agua", aseguró el pontífice al fin del rezo dominical del Ángelus ante los peregrinos en la plaza San Pedro.
"Recordemos que la voz de los inocentes es siempre escuchada por Dios, que no permanece indiferente ante su sufrimiento", añadió.
Francisco también hizo mención a la beatificación ayer sábado en Eslovaquia de Jan Havlik, un seminarista de la congregación de San Vicente de Paúl "asesinado en el año 1965, durante la persecución del régimen contra la Iglesia en la entonces Checoslovaquia".
"Que su perseverancia en el testimonio de la fe en Cristo sea un estímulo para quienes aún hoy sufren pruebas similares", agregó el papa.
Ucrania también está de luto por las víctimas del bombardeo ruso a Járkov, que mató el viernes al menos a seis personas e hirió a 97, incluidos 22 niños, en medio de la continua negativa de Estados Unidos y otros aliados a permitir ataques de largo alcance contra aeródromos rusos, necesarios para proteger las ciudades ucranianas contra los cientos de bombas aéreas guiadas que Rusia lanza cada semana.