En medio de la tragedia, la cólera crece en Turquía por la respuesta del gobierno de Recep Tayyip Erdogan ante las consecuencias de los terremotos que afectaron al país y al norte de Siria el 6 de febrero. El acceso a Twitter fue restringido ante las críticas antes de volver a la normalidad este jueves.
El número de muertos por los devastadores terremotos del lunes supera ya los 20.000, de los cuales 17.134 se contabilizan en Turquía y 3.317 en Siria. En ambos países hay más de 75.000 heridos.
Más de 100.000 rescatistas, efectivos de las fuerzas armadas, mineros y voluntarios trabajan sobre las ruinas de los edificios tratando de alcanzar a quienes han quedado atrapados por el terremoto que ha devastado una extensa zona de Turquía y Siria.
Pero el tiempo invernal, el grado de destrucción y la amplitud de la zona afectada complican los trabajos. Una vez traspasado el límite de las 72 horas las esperanzas de encontrar a supervivientes se reducen.
Los rescatistas en Turquía lograron sacar con vida de los escombros a un chico de 16 años de edad, sin embargo a medida que pasan las horas disminuyen las esperanzas de que se produzcan otros milagros.
Por eso, mucha gente se preocupa ahora por llegar hasta los cuerpos sin vida de sus seres queridos y enterrarlos adecuadamente.
Mientras, expertos locales estiman que decenas de miles de personas están todavía bajo los escombros de los miles de edificios derrumbados, mientras que aún no hay ni siquiera información sobre la situación en la mayoría de los pueblos de las 10 provincias afectadas por el terremoto.
Los equipos de rescate han tardado varios días en llegar a algunas de las zonas más afectadas, lo que ha generado fuertes críticas.
Erdogan rechaza críticas
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció las dificultades a la hora de hacer llegar la ayuda y pidió paciencia a la población.
El mandatario islamista también ha tachado estas críticas de provocación, y de hecho, varios usuarios de las redes sociales han sido llamados a declarar por sus críticas. Además, se ha restringido el acceso a Twitter, que servía de método de comunicación e información para muchos damnificados. Este jueves el servicio volvió a la normalidad.
Quedan apenas tres meses para unas elecciones cruciales para el futuro de Turquía y del propio presidente, así que Erdogan ha exigido unidad y solidaridad a la oposición, pero el principal partido opositor, el socialdemócrata CHP, lo ha acusado de tener responsabilidad en el desastre por no haber preparado el país para un terremoto durante los últimos 20 años.
Mientras toda Turquía se moviliza para ayudar a las miles de víctimas del terremoto que golpeó la provincia de Kahramanmaras, algunas ciudades, como Adiyaman, permanecen en la periferia de las operaciones de rescate. Ciudadanos expresan su indignación por la falta de coordinación.
Todas las ciudades de Turquía están de luto desde el terremoto del lunes, pero es sobre todo la rabia lo que domina en la ciudad de Adiyaman. Situada a unos cientos de kilómetros del epicentro, en el sudeste de Turquía, la ciudad ha quedado literalmente devastada.
Miles de edificios se han derrumbado, el 60% según el partido HDP (tercera fuerza del país, izquierda democrática), pero la ayuda exterior llegó tarde.
“La coordinación es catastrófica”
Frente a los escombros, Abdullahi, voluntario del equipo de rescate, lamenta la falta de organización. “La coordinación es catastrófica”, denuncia. “Sí, la búsqueda ha comenzado, pero la mujer cuya voz oímos no ha sido escuchada desde …. Ella y los otros probablemente estén muertos. Hoy sólo se han encontrado las voces de tres personas al otro lado. Aquí, en Adiyaman, se dejó morir a la gente ante nuestros ojos”, explica a RFI.
La cifra inicial de 896 muertos está muy alejada de la realidad para la magnitud de la destrucción. Está prevista una visita del presidente Recep Tayyip Erdogan a Adiyaman, pero la población está enfurecida y la operación de comunicación corre el riesgo de avivar aún más la ira.
“Por supuesto que hay deficiencias, es imposible estar preparado para una catástrofe así”, declaró el miércoles el presidente Recep Tayyip Erdogan en su visita a la provincia de Hatay, en la frontera con Siria.
“Algunas personas deshonestas y deshonrosas han publicado declaraciones falsas como ‘no hemos visto a ningún soldado ni policía’”, aseguró.
Las redes sociales turcas están inundadas de mensajes de personas que se quejan de la falta de esfuerzos de rescate y búsqueda de víctimas en sus zonas, especialmente en la región de Hatay.
La policía turca ha detenido a una docena de personas desde el terremoto del lunes por publicaciones en las redes sociales en las que criticaban la gestión de la catástrofe por parte del gobierno.
Twitter estuvo inaccesible el miércoles y netblocks.org, organismo de vigilancia de la gobernanza de Internet, afirmó que el acceso a la red social estaba restringido “a través de varios proveedores de servicios de Internet en Turquía”.