Una nueva oleada de migrantes de diversos países se espera que llegue a la frontera sur de Estados Unidos con la esperanza de cruzar cuando expire el Título 42 de aquel país pasado este jueves y solicitar asilo.
El Título 42 es una medida que adoptó Donald Trump (2017-2021) y después continuó el presidente Joe Biden para expulsar a migrantes con el argumento de la pandemia de covid-19.
En las semanas previas se han producido choques entre oficiales fronterizos y migrantes que han intentado traspasar los límites y pedir asilo. El presidente Biden envió 1,500 soldados adicionales a los 2,500 que ya estaban asignados en la frontera.
Frustrados por la falta de opciones legales, algunos se colaron a lo largo de los 3,100 kilómetros que separan al país más rico del mundo de su vecino del sur.
Las ciudades tejanas de El Paso, Brownsville y Laredo han declarado el estado de emergencia y lidian cómo pueden con cientos de personas, la mayoría de América Latina, y otras de China, Rusia y Turquía.
En El Paso algunos migrantes duermen en las calles, se cubren del sol con sábanas o descansan sobre cartones. Niños piden limosnas.
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El alcalde de la ciudad, Oscar Leeser, advirtió que sus oficiales se preparan para la llegada de muchos más el viernes, tras una reciente visita a la localidad mexicana vecina de Ciudad Juárez. “En la calle calculamos (que había) entre 8,000 y 10,000 personas”, dijo.
“Hay una caravana… que probablemente estará aquí alrededor del 11 de mayo, así que yo digo que el número real con el que estaremos lidiando será de entre 12,000 y 15,000”.
Sólo el pasado lunes llegaron cerca de 5,000 migrantes de diversos países a Chiapas, en la frontera sur de México, en camino a EE.UU.
Los migrantes en Tapachula, en el límite con Guatemala, interpretan la desaparición del Título 42 como una oportunidad para ingresar a Estados Unidos.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, lamentó recientemente que el gobierno “ponga la alfombra de bienvenida a personas de todo el mundo” y ordenó el envío de cientos de soldados tejanos a la frontera “para ayudar a interceptar y repeler” a migrantes que intenten entrar a Texas.
Solicitudes de asilo
Una vez que se levante la norma sanitaria Título 42 se seguirá usando el Título 8, el cual permite solicitar asilo siempre que la persona pueda convencer de que será perseguida o torturada si regresa a su país, pero también autoriza la deportación acelerada de los demás y los castiga con cinco años de prohibición de ingreso una vez expulsados.
La administración Biden planea disuadir a los migrantes indocumentados aplicando del Título 8.
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La administración Biden está bajo fuerte presión del Partido Republicano, que reclama una frontera bajo control. Algunos miembros de este partido conservador pronostican la llegada de un millón de personas a la frontera en los próximos tres meses.
Y a 18 meses de la elección presidencial, donde la migración suele ser un tema de discordia, Biden espera que nuevas reglas ayuden a frenar el flujo en la frontera.
Presidentes de México y EE.UU. dialogarán
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que este martes estaba pautado tratar el tema de política migratoria con su homólogo estadounidense, en medio del temor a una avalancha de personas indocumentadas.
La videollamada tratará sobre “migración, fentanilo y cooperación para el desarrollo”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa diaria del lunes.
Consultada sobre el tema, la Casa Blanca declinó confirmar la videollamada.
Washington ha enfatizado que, aun sin Título 42, los pasos fronterizos seguirán cerrados a la migración irregular y que la única manera de ingresar legalmente a territorio estadounidense es mediante la solicitud de visas de asilo desde los países de origen o centros habilitados recientemente en Guatemala y Colombia.
México ha multiplicado sus llamados a los migrantes a no dejarse “engañar” por traficantes de personas conocidos como “coyotes” o polleros”, que supuestamente aseguran que, una vez expire el Título 42, se podrá ingresar a Estados Unidos.