La "relación especial", término con el que expertos en política internacional conocen al vínculo diplomático entre Estados Unidos y el Reino Unido, sigue más fuerte que nunca. Así lo demostraron el presidente estadounidense, Joe Biden, y el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak.
En su primer día en el nuevo cargo, el primer ministro ya sostuvo una primera conversación con el presidente de la principal potencia mundial.
LEE TAMBIÉN: Rishi Sunak, primer ministro británico, promete corregir los "errores" de Liz Truss
En esta, acordaron seguir trabajando juntos, especialmente en el tema más álgido de la política internacional en estos momentos: la invasión de Rusia a Ucrania.
"Los líderes estuvieron de acuerdo sobre la importancia de trabajar juntos para respaldar a Ucrania y responsabilizar a Rusia".
Comunicado de la Casa Blanca
Desde el 24 de febrero que Rusia invadió a su país vecino, tanto Reino Unido como los Estados Unidos han mostrado su firmeza en condenar la invasión y los bombardeos a poblaciones civiles, entre otros tantos abusos de Moscú.
El ex primer ministro Boris Johnson incluso viajó a Kiev para reunirse con Volodimir Zelenski, a quien ofreció todo su apoyo. Por su parte, Estados Unidos se ha mantenido firme en hacer condenas a Vladimir Putin y advertir las graves consecuencias de sus ataques.
El respaldo a Ucrania, entonces, seguirá firme, de acuerdo a lo conversado ente Biden y Sunak, el tercer jefe de gobierno británico en apenas dos meses.
Otro tema en que ambos líderes acordaron trabajar juntos es la necesidad de hacer un frente común ante China, el principal adversario de Estados Unidos y Occidente en la política internacional y que recientemente consagró en el poder, y con plenas facultades, al presidente Xi Jinping.
Los retos de Rishi Sunak
Sunak empieza su mandato con una difícil tarea: traer estabilidad a los británicos que han experimentado duros golpes en su economía familiar, al tiempo que apacigua los mercados y encuentra sostenibilidad financiera.
Por otro lado, deberá restablecer la confianza en las filas del Partido Conservador, golpeado por divisiones internas y cuya aceptación se ha resquebrajado por las constantes crisis políticas. Finalmente, deberá luchar contra sí mismo y su imagen: la de un multimillonario desconectado de las necesidades del británico promedio, golpeado por la inflación.
En el plano internacional, el reto principal es mantenerse firme en la alianza occidental contra las grandes autocracias. En este plano, al menos, su primer día planteó una pequeña victoria: la llamada con Joe Biden donde reafirmaron sus vínculos y donde el líder de la principal potencia le dio su espaldarazo.