Fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y de espalda, escalofríos, agotamiento, ganglios linfáticos inflamados, así como un sarpullido que puede verse como granos o ampollas que aparecen en la cara, dentro de la boca y en otras partes del cuerpo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La erupción en la piel generalmente comienza en el primer o tercer día del inicio de la fiebre.
Aunque la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que no hay un tratamiento específico contra la infección de ese virus, los síntomas de la viruela símica suelen resolverse espontáneamente.
No obstante, la atención clínica de la viruela del mono debe optimizarse al máximo para aliviar los síntomas, gestionar las complicaciones y prevenir las secuelas a largo plazo, indicó.
Recomienda, además, que es importante cuidar las lesiones de la piel provocadas por el virus y evitar tocar cualquier llaga en la boca o los ojos.