Las autoridades haitianas se encuentran en una carrera contrarreloj después de que el primer ministro Ariel Henry anunciara su renuncia. Su dimisión solo se concretará cuando sea nombrado el Consejo Presidencial, una instancia que los principales partidos, Estados Unidos y los países del CARICOM se comprometieron a poner en marcha para evitar una agudización de la crisis. En este contexto, ¿se puede decir que se ha agravado la crisis en Haití desde el anuncio del primer ministro?
“Yo no diría necesariamente eso porque hay que reconocer que Henry dijo que iba a dimitir una vez que se hubiera formado un nuevo Consejo Presidencial de Transición y que ese nuevo Consejo hubiera nombrado un nuevo primer ministro interino”, anota Iván Briscoe, director para América Latina del International Crisis Group. “Hay un proceso que está en marcha. Cuando se complete ese proceso, Henry decidirá, evidentemente, apartarse del cargo”, agrega.
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Otro obstáculo mayor son los intereses divergentes de las distintas fuerzas políticas. “Este Consejo tiene problemas porque aglutina a las fuerzas políticas más importantes del país, las cuales se han pasado los últimos años luchando entre ellas, disputándose el poder y pasando de un bando al otro, en contra o a favor del gobierno de turno. Hasta ahora ha sido muy difícil para ellos alcanzar un consenso. Además, ayer se anunció que uno de los partidos que iba a formar parte del Consejo no quiere participar”, agrega Briscoe.
Toda posposición o retraso en la nominación del nuevo gobierno implicaría más presión sobre la población en razón de los ataques las pandillas y el debilitamiento del Estado. La única opción sería partir.
"Hay que pensar muy seriamente que, si no resuelven los temas en el país y las condiciones materiales de la existencia de los haitianos se tornan insoportables, no habrá una opción distinta a la emigración. Por eso, en ese contexto, es importante que la región actúe conjuntamente para brindar una respuesta. Si cada país toma sus propias decisiones en sintonía con sus propios criterios de política interior, por ejemplo, en Estados Unidos, la competencia política de cara a las presidenciales de este año, vamos a ver una crisis humanitaria que irá de un lado al otro, sin resolverse, convirtiéndose, desde el punto de vista humanitario, en una situación insoportable”, concluye Brisco.
“Las pandillas armadas mantienen bajo control el 80% de la capital, incluido el aeropuerto, que sigue cerrado”. Este aspecto es una de las principales variables para superar la crisis, afirma también Iván Briscoe, director para América Latina del International Crisis Group.