El miércoles 21 de septiembre, Vladimir Putin decretó una “movilización parcial” de reservistas que busca reclutar al menos a 300 mil soldados para que participen en las filas que se encuentran en Ucrania.
Ante este decreto más de 65,000 ciudadanos decidieron huir de Rusia y refugiarse en ciudades de la Unión Europea. Este número equivale al 30% de los migrantes que ingresaron hace una semana a los territorios europeos.
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La mayoría de rusos que están entrando a Europa cuentan con permisos de residencia o visas para los países miembros de la UE o de los asociados a Schengen. Algunos también cuentan con doble ciudadanía lo que hace más fácil su entrada.
Según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX) de los migrantes rusos, 42.349 entraron en Finlandia solo esta semana; en Estonia, alrededor de 6 mil rusos entraron en estos siete días; y en Letonia, unos 1,600 llegaron desde el anuncio de Putin.
Lituania es otro de los países con más ingresos de rusos desde febrero, con casi los 349 mil migrantes, y de estos 9,837 lo hicieron esta semana.
Países que no perteneces a la Unión Europea como Georgia también fueron foco de la migración rusa, según el gobierno del país, casi 10,000 personas llegan al día buscando entrar, antes del anuncio de Putin llegaban máximo a los 6,000 diarios.
Los rusos tienen miedo a que Putin cierre las fronteras por lo que se apresuran a salir del país y viajar a otros para evitar ser parte de la guerra.