El presidente ruso Vladimir Putin advirtió el domingo que Moscú atacará nuevos objetivos si Ucrania recibe de Occidente misiles de largo alcance, horas después de que la capital Kiev fuese blanco de bombardeos por primera vez en varias semanas.
Si Ucrania recibe misiles de largo alcance, "entonces sacaremos las conclusiones apropiadas y utilizaremos nuestras armas (...) para atacar objetivos que no hemos atacado hasta el momento", declaró Putin sin precisar a qué tipos de blancos se refería, según extractos de una entrevista que difundirá el domingo por la noche el canal Rossiya-1.
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La declaración del presidente ruso se produce después de que Estados Unidos anunciara la semana pasada que proporcionará a Ucrania un sistema avanzado de misiles.
Previamente, el alcalde de Kiev Vitali Klitschko había informado de bombardeos en la madrugada contra dos barrios de la ciudad, los primeros contra la capital ucraniana desde el 28 de abril.
Rusia indicó que, con ese ataque, destruyó blindados entregados a Ucrania por países del este de Europa.
"Misiles de alta precisión y de largo alcance disparados por las fuerzas aeroespaciales rusas sobre el suburbio de Kiev destruyeron tanques T-72 entregados por países de Europa del Este y otros blindados que se encontraban en hangares", declaró el vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Una persona resultó herida y periodistas de la AFP vieron que estallaron las ventanas de varios edificios ubicados cerca de los objetivos.
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Leonid, un residente local de 63 años, que trabaja en uno de los lugares bombardeados, aseguró que oyó tres o cuatro explosiones. "No hay ningún material militar ahí, pero ellos bombardean en cualquier lugar" dijo.
Vasyl, de 43 años, afirma haber escuchado cinco explosiones. "La gente tiene ahora miedo" aseguró, antes de apresurarse a volver a su casa.
Las autoridades ucranianas no identificaron los lugares precisos de las explosiones por razones de seguridad.
Severodonetsk "dividida"
Entretanto, en el corazón de Severodonetsk, ciudad estratégica en el este de Ucrania, hay "combates callejeros" en momentos en que las fuerzas rusas ejercen todo su peso para controlar el Donbás.
Los rusos perdieron terreno en esta ciudad, afirmó este domingo el gobernador regional.
"Los rusos controlaban cerca del 70% de la ciudad, pero durante los últimos dos días fueron repelidos. La ciudad está dividida en dos, tienen miedo de desplazarse libremente en ella", declaró en Telegram Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en parte controlada por los separatistas prorrusos desde 2014, y de la cual Severodonetsk es la capital administrativa ucraniana.
Según Gaidai, el general ruso Alexander Dvornikov "se vio fijado un objetivo: de aquí al 10 de junio tomar por completo Severodonetsk o controlar la ruta Lyssytchansk-Bajmut" que abrirá el camino hacia Kramatorsk, capital ucraniana de Donetsk, la otra región más grande del Donbás.
"Todas las fuerzas, todas las reservas (rusas) están concentradas en estas dos tareas", dijo.
El ministerio ruso de Defensa afirmó el sábado que las unidades militares ucranianas se retiraban de Severodonetsk "tras haber sufrido pérdidas críticas durante combates por esa ciudad (hasta 90% en varias unidades)" hacia Lyssytchansk, una gran urbe vecina.
Pero el alcalde de Severodonetsk, Olexander Striuk, declaró el sábado que los combates callejeros continuaban y que las fuerzas ucranianas buscaban "restablecer el control total" de la ciudad.
La lucha sigue también en otros frentes. Según el ministro de Defensa de Ucrania, "Rusia continúa esforzándose por ocupar todo nuestro Estado".
El Kremlin sueña con "reunir las tierras" que considera "suyas", incluidas "Polonia, los países bálticos, Eslovaquia y otros", aseguró Oleksi Reznikov.
Crimea, Donbás, sur de Ucrania: desde el inicio de la invasión, Rusia ha triplicado el área ucraniana bajo su control, con unos 125.000 km², o el 20% del país, según el presidente ucraniano Volodomir Zelenski.
En el frente sur, en la región de Jersón, Moscú "sigue bombardeando los territorios ocupados y las posiciones del ejército ucraniano", anunció la presidencia ucraniana, que teme una crisis humanitaria en las zonas en manos rusas.
El puerto de Mykolaiv también fue alcanzado por un misil, así como una empresa agrícola en el gran puerto de Odesa, donde "los almacenes resultaron dañados" y dos personas murieron, según Kiev.
Cuestión de supervivencia
La guerra sigue pesando sobre las exportaciones de cereales, de las que dependen en particular los países africanos.
Tras su reunión del viernes con el presidente ruso Vladimir Putin, el jefe de Estado senegalés y actual presidente de la Unión Africana, Macky Sall, anunció el sábado su intención de visitar Ucrania y "contribuir al retorno de la paz".
Por su parte, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores respondió el sábado al presidente francés, Emmanuel Macron, quien había reiterado que no era necesario "humillar a Rusia" para preservar las puertas de salida diplomáticas.
"Todos haríamos mejor en centrarnos en cómo poner a Rusia en su lugar. Esto traerá paz y salvará vidas", replicó Dmytro Kuleba, agregando que la posición de Macron solo puede "humillar a Francia".
Lejos del campo de batalla, en Cardiff, los ucranianos intentarán alzarse el domingo por la noche con otra victoria frente a Gales, con la que se clasificarían al Mundial de fútbol de Catar.