El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua otorgó este miércoles asilo al expresidente de Panamá (2009-2014) y aspirante a la reelección Ricardo Martinelli, quien fue condenado a más de 10 años de prisión y al pago de una multa de más de 19 millones de dólares por blanqueo de capitales.
“De conformidad con la Convención sobre Asilo de 1928 y la Convención sobre Asilo Político de 1933, ratificada por nuestro país, y reconociendo que el asilo es una institución de carácter humanitario y que todas las personas pueden estar bajo su protección, sin distingo de nacionalidad”, Nicaragua decidió “otorgar asilo al señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, expresidente de la República de Panamá”, indicó la Cancillería nicaragüense en una declaración.
En la misiva, enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, Nicaragua explicó que Martinelli pidió el asilo en la Embajada de la República de Nicaragua en Panamá, a cargo de la periodista Consuelo Sandoval, “por considerarse perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo su vida, integridad física y seguridad”.
En tal sentido, el régimen de Nicaragua pidió a Panamá brindar las seguridades para la “pronta salida y traslado humanitario del asilado Ricardo Alberto Martinelli Berrocal hacia el territorio de la República de Nicaragua”.
Una fuente cercana al exmandatario afirmó a EFE que Martinelli solicitó al Gobierno de Nicaragua asilo porque en Panamá no hay “garantías constitucionales” ni “hay ley”, tras ser sentenciado a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales.
Esa misma fuente confirmó a EFE que el Ministerio de Exteriores de Nicaragua admitió la solicitud de asilo.
Martinelli se considera un "perseguido político"
Martinelli, de 71 años y que se dice un perseguido político, afirmó el sábado pasado en su cuenta de X que “fuerzas del mal buscan” inhabilitarlo para los comicios generales del próximo 5 de mayo, en los que aspira a la Presidencia por su nuevo partido, Realizando Metas (RM), contando con el favoritismo del electorado, según las escasas encuestas disponibles.
Con la ratificación de la condena luego de que un recurso de casación, la última vía legal para anularla, fue rechazado por la Corte Suprema en una decisión inapelable publicada en un edicto el viernes pasado, Martinelli quedó inhabilitado para ser candidato, dijeron a EFE juristas que citaron la Constitución y el Código Electoral y que aclararon que hay que seguir una serie de trámites para ello.
La sentencia inhabilita a Martinelli porque es a más de 5 años de prisión y dada la naturaleza del delito, de acuerdo con los abogados, tomando como base el artículo 180 de la Constitución vigente.
“El Tribunal Electoral hará cumplir el debido proceso y sobre todo lo que dice la Constitución y la ley que rige el proceso electoral”, dijo el ente rector de los comicios en un comunicado “ante la creciente desinformación relacionada con la candidatura” de Martinelli.
Condenado a 128 meses de prisión
El expresidente fue condenado en julio pasado a 128 meses de prisión y al pago de una multa de 19,2 millones de dólares por la compra irregular de la editorial de medios Epasa, un caso que se remonta a 2017.
Con el rechazo del recurso de casación, el expediente de Martinelli deberá devolverse a la primera instancia que emitió la sentencia, que es el Juzgado Liquidador de Causas Penales, para que, ya ejecutoriada tras una serie de trámites, establezca la forma en que se hará efectiva su conducción o arresto. No está claro el tiempo que esto tomará.
Martinelli estuvo detenido preventivamente entre junio de 2018 y junio de 2019 en un chalet celda de El Renacer, una cárcel de mínima seguridad situada en las afueras de la capital, mientras afrontaba un juicio por interceptación ilegal de las telecomunicaciones de 150 personas durante su Gobierno, un caso en el que resultó absuelto.
Su paso por El Renacer fue polémico: sufrió males físicos que lo llevaron al hospital, le suspendieron durante un mes las visitas por amenazar a los guardias, según se informó en octubre de 2018, e incluso, ante una queja de Martinelli, el Sistema Penitenciario tuvo que aclarar que se le trataba como a cualquier otro reo del lugar, pues acudía a sus citas médicas, hacía sus diligencias, salía al patio de manera “regular” e iba a misa.