Esta mañana, la primera ministra británica, Liz Truss, anunció su renuncia tras una serie de importantes fracasos políticos en muy poco tiempo.
Truss estuvo en el poder por sólo 45 días hasta el momento en que anunció que saldrá de esta oficina. Se prevé que desde el anuncio, este jueves en la mañana, hasta su salida efectiva, pase alrededor de una semana, volviendo su mandato uno de menos de dos meses.
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Ante su renuncia, el Partido Conservador deberá elegir un nuevo líder, quien además tomará las riendas del gobierno británico.
Fracasos políticos
En su corto pero atropellado mandato, la primera ministra tuvo que enfrentar una seria crisis cuando su plan estrella en materia fiscal y económica estalló sin siquiera haberse ejecutado.
Truss ofreció los británicos un recorte de impuestos, al mismo tiempo que planteó una serie de subsidios para cubrir el alza en los costos de la energía. Al no tener una fuente de financiamiento para su ambicioso plan de ayuda, esto forzaba al gobierno británico a tener que seguirse endeudando para poder materializar esta política.
Asimismo, en el corto periodo de la primera ministra, la libra esterlina ha experimentado algunos de sus tropiezos más grandes con respecto al dólar en la historia contemporánea. La poderosa moneda británica llegó incluso muy cerca de tener paridad con el dólar estadounidense, cuando en algunos momentos ha rozado el doble de su valor.
Para los británicos, esto se ha traducido en un incremento sustancial de precios en la energía eléctrica y en los bienes básicos que consumen. La inflación en el Reino Unido ya llegado al cifrar hasta cerca del 10%.
Además, Truss sufrió reveses importantes en su gabinete. Ante el fracaso de su política fiscal, la primera ministra se vio obligada a despedir a su poderoso ministro de finanzas y a su gran aliado político, Kwasi Kwarteng. Y unos días después vio la renuncia de su ministra del interior, Suella Braverman, quien representa a un ala radical del Partido Conservador, pero con mucha popularidad y mucho poder.
Y menos de dos meses después, así culmina el que pasará como el gobierno más corto de la historia británica. Lo siguiente será un nuevo primer ministro proveniente de las filas conservadoras. Esto, porque en el Reino Unido las elecciones generales no son sino hasta los 2025. Así que el cambio será únicamente de liderazgo dentro de las filas de los tories, como popularmente se les conoce.