Ayman Al Zawahiri, el líder terrorista de Al Qaeda, y sucesor de Osama bin Laden, fue abatido por Estados Unidos en Afganistán el fin de semana en Kabul, con el mayor golpe luego de años de investigación.
Zawahiri tenía al menos 10 años escondido, la operación dirigida por la agencia de inteligencia estadounidense CIA bajo un “cuidadoso, paciente y persistente” de la comunidad antiterrorista, señaló un alto funcionario a la prensa.
Manteniendo el anonimato, el funcionario dio algunos detalles sobre la operación a la prensa:
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“Durante varios años, el gobierno estadounidense había tenido conocimiento de una red que, según su opinión, apoyaba a Zawahiri, y durante el último año, tras la retirada de Estados Unidos de Afganistán, los funcionarios habían estado atentos a los indicios de la presencia de Al Qaeda en el país”.
Fue hasta este año en abril que la agencia identificó a la familia de Zawahiri, la esposa, su hija, y los hijos de esta. La familia se había trasladado a una “casa segura” en Kabul, donde finalmente fue identificado.
Durante varios meses, los funcionarios siguieron detalladamente los movimientos de la “casa segura”. “Fuimos capaces de construir un patrón de vida a través de múltiples fuentes de información independientes para informar la operación”, dijo el funcionario.
La operación no causó "víctimas civiles"
La operación fue finalmente completada cuando Zawahiri llegó a la “casa segura”, una vez identificado y “donde finalmente fue atacado”, en múltiples ocasiones.
“Los miembros de su familia estaban presentes en otras partes de la casa en el momento del ataque y no fueron atacados deliberadamente ni sufrieron daños”. Solo algunos funcionarios estaba al tanto de la operación durante su preparación, en mayo y junio.
El plan detallado fue presentado a Joe Biden el 25 de julio, se “buscó saber más sobre la organización de las habitaciones detrás de la puerta y la ventana del tercer piso”. Luego de un riguroso proceso Biden “autorizó un ataque aéreo preciso y adaptado”.
Posteriormente el funcionario detalló: “El ataque fue finalmente ejecutado (...) por un dron. Dos misiles Hellfire (fueron disparados contra) Ayman al Zawahiri, que es abatido”.
Mientras tanto los funcionarios continúan investigando la construcción y organización de la llamada casa segura donde Estados Unidos concluyó la operación, sin amenazar la integridad del edificio y minimizando los riesgos para los civiles e incluso la misma familia del objetivo, agregó el funcionario.