El presidente de Rusia, Vladimir Putin, decretó que la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia ahora estará bajo el control del gobierno ruso para ser convertida en “propiedad federal”.
La central de Zaporizhzhia es la más grande de toda Europa, se encuentra ubicada cerca del punto de combate de las tropas rusas y ucranianas, por lo que el ejército ruso la ha tomado como enclave estratégico.
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Pese a que las tropas rusas han controlado la planta hasta ahora, ha sido operada aún por el mismo personal ucraniano que estaba previo a la guerra. Pero la situación de la planta preocupa internacionalmente al temerse un desastre parecido al de Chernóbil.
El asesor del director general de Rosenergoatom, el operador nuclear ruso, Renat Karchaa, acompaño al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en una visita a la planta donde indicó que Rusia sería la propietaria del complejo.
El anterior director de la planta de Zaporizhzhia, Ihor Muráshov, fue detenido durante varios días y después expulsado a territorio dominado por Kiev. El nuevo director podría ser un empleado que ya se encuentre en la plantilla ucraniana de la central nuclear.
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La OEIA busca que alrededor de la planta nuclear se cree una zona de seguridad, lo que responde a las visitas del director general, Rafael Grossi, a Kiev y Moscú.
Los bombardeos cercanos a la planta, pese a que no se han registrado desde el 1 de octubre, continúan preocupando a los organismos internacionales.