El expresidente peruano Pedro Castillo dijo el martes que "jamás" renunciará y exhortó a poner fin a la represión de manifestaciones que exigen elecciones inmediatas y su libertad, con un saldo de siete muertos y decenas de heridos.
"Jamás renunciaré y abandonaré esta causa popular que me ha traído acá. Desde acá quisiera exhortar a las fuerzas armadas y la policía nacional que depongan las armas y dejen de matar a este pueblo sediento de justicia", dijo Castillo en su primera declaración pública desde su destitución y detención hace una semana.
A través de una audiencia judicial virtual que evalúa una apelación a su detención preliminar de siete días, Castillo agregó "estoy injusta y arbitrariamente detenido, no estoy por ladrón, por violador, ni corrupto ni matón".
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"Nunca he cometido delito de conspiración ni rebelión", acotó dirigiéndose al juez supremo César San Martín, el mismo magistrado que condenó en 2009 al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Castillo fue detenido por la policía el miércoles pasado, tras su fallido autogolpe y posterior destitución por parte de un desacreditado Congreso que tiene un índice de desaprobación de 86%, según los últimos sondeos.
La vicepresidenta Dina Boluarte asumió inmediatamente la jefatura de Estado, como prevé la Constitución.
Boluarte recibió el martes en su despacho presidencial a la embajadora de Estados Unidos en Lima.
Militares en la calle
Las fuerzas armadas patrullan junto a la policía las calles de varias ciudades bajo estado de emergencia, tras las violentas manifestaciones contra Boluarte persisten y hay numerosas carreteras bloqueadas en 13 de las 24 regiones del país, señaló un balance de la policía.
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Regiones más agitadas como el sur, donde está la turística Cusco, en Arequipa, segunda ciudad del país, y en Apurímac, cuna de Boluarte. En el norte las regiones más convulsionadas son La Libertad y Cajamarca, cuna de Castillo.
También en Lima las protestas también se han tornado violentas, con enfrentamientos entre manifestantes radicales y policías en una desigual batalla campal de armas artesanales y piedras contra armas de fuego y gases lacrimógenos.
Varios gremios agrarios e indígenas convocaron este martes a un "paro indefinido" en demanda de elecciones generales.