Miles de españoles salieron a las calles para manifestarse este sábado en Madrid denunciando el proyecto de amnistía acordado por Pedro Sánchez con el separatismo catalán, que permitió esta semana la investidura del socialista para un nuevo mandato como presidente del gobierno.
Unas 170.000 personas, según la delegación del gobierno, se congregaron en la plaza Cibeles, en pleno centro de la capital, entre una marea de banderas españolas y europeas, respondiendo a una convocatoria apoyada por la oposición conservadora.
Los participantes, de todas las edades, corearon gritos como "Sánchez traidor", "Sánchez a prisión" y "Cataluña es España". "Lo que quiere [Pedro Sánchez] es descuartizar a España, que haya el País Vasco por una parte y Cataluña por otra, y decir que no he pasado nada, que los jueces no valen nada", dijo María Ángeles Galán, una pensionista de 65 años.
"No es un presidente, es un delincuente", añadió retomando uno de los eslóganes de la manifestación.
Sánchez, que perdió las elecciones legislativas del 23 de julio frente al conservador Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo, consiguió el jueves ser investido en el Congreso como presidente del gobierno tras obtener el apoyo de la extrema izquierda y de los partidos nacionalistas e independentistas de Cataluña y País Vasco.
A cambio de su apoyo, indispensable para alcanzar una mayoría con la que ser investido, Sánchez aceptó una serie de concesiones, entre ellas un proyecto de amnistía para los dirigentes y militantes separatistas encausados por su implicación en el fracasado intento de secesión de Cataluña de 2017.
"Saben que no tienen los votos para hacer lo que están haciendo y por eso en esta manifestación, le decimos: no levanten ustedes muros, no jueguen con la convivencia", dijo Feijóo en la concentración. En ella estuvo también Santiago Abascal, el líder del partido de extrema derecha Vox, quien consideró que el proyecto de ley de amnistía es tan grave como "un golpe de Estado".
Ambos dirigentes evitaron aparecer el uno junto al otro, aunque Feijóo intentó en septiembre ser investido presidente del gobierno con los votos de Vox, sin lograr la mayoría necesaria en la Cámara Baja.
"Un mensaje mandado a Europa"
Mariana, una empresaria de 51 años que no quiso dar su apellido, vino desde Zaragoza para expresar su descontento.
"Creo que empieza ahora la lucha, a largo plazo, por lo menos que se sepa, es un mensaje mandado a Europa", comentó señalando la bandera comunitaria arbolada por su compañero.
Hace diez días precisamente, Bruselas reclamó explicaciones a Madrid sobre este proyecto de ley de amnistía. Las autoridades europeas dijeron haber sido contactadas a propósito por "un gran número de ciudadanos".
"RIP democracia española 1978-2023", se leía en una bandera española, mientras que otras pancartas pedían ayuda a Bruselas con lemas como "Europa ayúdanos" o "Por el estado de derecho, SOS UE".
Luis Garrido, otro pensionista de 65 años de la ciudad de Guadalajara, dijo en la manifestación que él es "socialista" pero no "sanchista".
Según él, el líder socialista no debería haber aceptado nunca renovar mandato aceptando semejante "precio". "Yo no quiero que España se hunda", apostilla. Su mujer, Rosario Rodríguez, de 62 años, lamenta que "nos llamen a todos fascistas. ¡Mi marido es de izquierda!".
La oposición conservadora acusó a Sánchez de entregar las riendas del gobierno a un "prófugo", refiriéndose así al expresidente regional catalán Carles Puigdemont, que en octubre de 2017 huyó a Bélgica para evitar rendir cuentas ante la justicia española y espera salir ahora beneficiado de la amnistía si prospera como ley.
Dando el tono, Cuca Gamarra, vicepresidenta del PP, había llamado el viernes a manifestarse este sábado en Madrid proclamando que "la resistencia cívica no va a bajar los brazos".