En la audiencia de primera declaración, el juez Freddy Orellana decretó prisión preventiva contra el presidente de elPeriódico, el reconocido periodista guatemalteco José Rubén Zamora.
"No estamos condenando a ninguna persona, don José Rubén Zamora Marroquín mantiene intacta su inocencia", afirmó el juez. Sin embargo, dijo que "hay un peligro de obstaculización a la averiguación de la verdad" porque hay trabajadores que tienen una subordinación jerárquica a su persona, los cuales aún no han declarado y podrían dar información útil para el esclarecimiento de la verdad.
Por ello, dijo, "se dicta auto de prisión preventiva". A Zamora, el Ministerio Público (MP; Fiscalía) lo acusa de tres delitos: lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias.
El periodista, por su parte, dijo a los medios: "Pienso que soy un perseguido político, nada más".
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Sin embargo, desde el inicio el proceso ha estado cargado de irregularidades que más parecen mostrar una revancha del MP y del oficialismo hacia el periodista, cuyo medio ha revelado investigaciones que revelan irregularidades del gobierno actual y de varios anteriores.
La captura de Zamora, el viernes 29 de julio, se dio solo cinco días después de un reportaje que incomodó mucho al gobierno de Alejandro Giammattei.
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Por ello, desde un inicio activistas y abogados guatemaltecos consideraron su detención y procesamiento un caso de persecución política destinado a silenciarlo y a amedrentar a otras voces críticas en Guatemala.
A juicio de Manfredo Marroquín, activista guatemalteco y presidente de Acción Ciudadana, esta persecución es “parte de una política del gobierno de acoso permanente a todos los líderes, sean sociedad civil, operadores de justicia, activistas que denuncian la corrupción tan gigantesca que está ocurriendo” en Guatemala.
Peligroso y “nicaragüesco”
Un abogado guatemalteco, quien habló con El Diario de Hoy bajo condición de anonimato por temor a represalias, calificó el precedente del proceso contra Zamora como muy peligroso y hasta “nicaragüesco”, en relación a la aparente persecución en razón de la línea editorial incómoda del medio que dirige José Rubén Zamora.
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El jurista además manifiesta que el haberle decretado prisión preventiva muestra un “evidente ensañamiento” contra el periodista.
El juez Orellana afirmó que la prisión preventiva se concedió para evitar que intervenga en la investigación, pero a juicio del abogado consultado por este medio, eso es carente de fundamento.
“El peligro de obstaculización de la persecución penal es el peligro del acceso que tengas a manipular pruebas, testigos y procurar tu impunidad. Esto no tiene sentido porque prácticamente toda la evidencia la tiene el Ministerio Público”.
Abogado guatemalteco
Asimismo, considera que hay muy pocas pruebas que justifiquen ligar a proceso a Zamora. “Del chantaje hay cero evidencias, del tráfico de influencias igual, y del lavado de dinero hay efectivo incautado, pero el MP no ofreció ninguna evidencia de que ese fuera un dinero de origen sucio”.
Determinar el origen ilícito del dinero es pilar necesario para determinar que hay lavado de dinero, explicó el jurista.