El Papa Francisco visitará la República Democrática del Congo el martes y Sudán del Sur el viernes. Su llegada a Kinshasa es muy esperada, ya que tenía previsto visitarla el pasado julio, pero su viaje se pospuso por motivos de salud, según el Vaticano. No visitará Goma, en el este del país, a causa del conflicto, para decepción de la población, víctima de atentados en la región. La visita se produce pocos meses antes de las elecciones presidenciales que se celebrarán en diciembre.
Las expectativas son altas en este país de 110 millones de habitantes, más del 40% de los cuales son católicos -lo que lo convierte en la mayor población católica de África-, mientras se multiplican las iglesias evangélicas o de pentecostés.
También es un país rico en biodiversidad y minerales, sobre todo en el este, codiciado por muchos grupos armados, con tensiones que han vuelto a aumentar en los últimos días, especialmente en el último año, con nuevas ofensivas del M23, grupo armado acusado de estar apoyado por la vecina Ruanda.
“Junto a recursos naturales como los bosques, está la cuestión de la energía limpia, que requiere un cierto número de minerales que la RDC posee", explica Henri Muhiya, director de la Comisión Episcopal de Recursos Naturales del Cenco. “Tenemos cobalto, cobre, que está en el sureste, en Katanga, pero también litio, que aún no se ha explotado. Si vamos más al norte, donde ahora hay guerra, tenemos coltán, casiterita, pero también tierras raras, sobre todo donde está ahora el M23. Así que la gente se pregunta: ¿vamos a pedir a la RDC que nos entregue sus recursos mientras los congoleños mueren a causa de estos conflictos? Esta es la situación en la que se encuentra el Papa. Esperamos que su mensaje pueda atraer a los líderes mundiales”, afirma Muhiya.
Durante su viaje previsto para julio, el Papa tenía previsto visitar Goma, en Kivu Norte, donde el movimiento M23 está intensificando sus ofensivas. Por razones de seguridad, esta etapa ha sido cancelada; una gran decepción para las poblaciones del Este que padecen la violencia, pero Francisco recibirá a una delegación de unas sesenta víctimas y desplazados, y se espera que lance un llamamiento para detener la guerra. Esta visita también se produce en un año electoral, el Papa podría abogar por una buena organización de las elecciones previstas para diciembre.
La Iglesia católica está muy implicada en los derechos sociales y políticos, una larga tradición que sigue anclada en la CENCO, la Conferencia Episcopal Nacional del Congo.
Se trata, pues, ante todo, de un mensaje de paz y reconciliación que esperan los congoleños, como subrayó monseñor Marcel Utembi, presidente de la Conferencia Episcopal del Congo. "El Papa es siempre sensible a lo que ocurre en la subregión, pero particularmente en la RDC. Siempre sensible a lo que ocurre en la subregión, pero especialmente en la RDC, envía mensajes de compasión, solidaridad e incluso denuncia todos estos crímenes en la región. Pensamos que el Papa, como peregrino de la paz, tendrá sin duda un mensaje de interpelación, de denuncia del mal, de la violencia y de llamamiento a los diferentes actores para que se lleven bien, para que sean pacificadores.
"Esperamos que su visita cambie algo"
La situación económica es precaria para la mayoría de los habitantes de Kinshasa, especialmente los jóvenes, con los que el Papa se reunirá el jueves por la mañana en el estadio de los Mártires, esperan que el mensaje del Papa repercuta en sus dirigentes, como André, que tiene un puesto callejero.
"La vida es difícil, porque antes no era así. Ahora luchamos por sobrevivir. Dejé de ir a la universidad, pienso empezar de nuevo el año que viene. Me estoy organizando para tener dinero, porque necesitamos dinero para pagar las tasas universitarias, el transporte, la comida, tenemos que hacer cálculos. Como el Papa viene a ayudarnos, a animarnos, a hablar con los jóvenes, esperamos que su visita cambie algo. Lo que queremos es empleo”, dice a RFI.
Miriam, una profesora, la ve como una visita para apoyar a los congoleños. “¿El mensaje del Papa? Un gran mensaje de reconciliación, un mensaje de paz, de consuelo, un mensaje de todo, porque en nuestro país nada va bien. Así que el Papa viene a apoyarnos”, estima.
El gran momento será la misa en el aeropuerto de Ndolo, completamente reformado, donde se espera la asistencia de más de un millón de personas.