El plan de deportaciones masivas de migrantes irregulares ha dejado en vilo a varios países en tanto que otros, como México y Guatemala, dicen que están preparándose para recibir a sus connacionales.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró que alista un plan ante las posibles deportaciones masivas de migrantes mexicanos. «Nos estamos preparando para ello, para darle la bienvenida a las y los mexicanos que por alguna razón son deportados desde Estados Unidos. Es nuestra obligación», comentó la presidenta.
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«Estamos trabajando para tomar todos los posibles escenarios y hay un plan intersecretarial que en su momento lo va a dar a conocer la presidenta», dijo el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, a la cadena Televisa, al salir de una reunión con la mandataria Claudia Sheinbaum en el palacio presidencial.
«La responsabilidad y obligación del Estado mexicano es con los mexicanos, ellos son los que representan la prioridad», añadió el funcionario al ser cuestionado sobre si el plan incluiría migrantes de otras nacionalidades que sean deportados a México.
En este sentido, reveló que buscará un acuerdo con Trump para que envíe a los deportados de forma directa a sus países de origen, sin pasar por México, si concreta las deportaciones masivas.
"Evidentemente, nosotros somos solidarios con todos y con todas, pero nuestra principal función es recibir a las y los mexicanos, y esperamos tener un acuerdo con la Administración Trump en caso de que haya estas deportaciones para que ellos también envíen a sus países de origen a las personas que vienen de otros países", dijo Sheinbaum.
Aún así, Sheinbaum minimizó la amenaza de las deportaciones aunque próximos funcionarios designados por Trump como Tom Homan, considerado el 'zar de la frontera', han advertido en las últimas semanas de que las expulsiones comenzarán desde los primeros días.
Guatemala también se prepara
El canciller guatemalteco Carlos Ramiro Martínez dijo que su país trabaja en una estrategia para hacer frente a los anuncios del presidente Trump.
En una entrevista con la agencia The Associated Press el canciller explicó que dado que hay más de tres millones de guatemaltecos en Estados Unidos, desde hace meses el gobierno del país centroamericano comenzó a delinear una política que se adapte al cambio en el gobierno estadounidense.
El Salvador, pendiente
El Salvador no se ha pronunciado ante la amenaza de deportaciones masivas, pero tiene un plan de retorno que facilita incluso la importación de vehículos y otros recursos, pero se considera que es más para el regreso de connacionales residentes o nacionalizados que probablemente se han jubilado, pero que no se sabe si responderá a una deportación masiva.
Panamá no ha recibido propuesta
De acuerdo con distintas informaciones que han circulado en medios estadounidenses, el político republicano prepara una lista de países a los que podría deportar a los migrantes cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos. En esa lista figuran Bahamas, Islas Turcas y Caicos, Panamá y Granada.
El Gobierno panameño dijo que no recibió ninguna comunicación «oficial ni oficiosa» sobre una supuesta propuesta del presidente Trump de enviar a Panamá migrantes que no sean acogidos en sus países de origen, y de paso aclaró que no tiene «obligación» de recibirlos.
«Ante noticias publicadas en medios estadounidenses sobre la posibilidad de enviar deportados a Panamá desde EE.UU., informamos que no hemos recibido ninguna comunicación oficial ni oficiosa sobre dicha propuesta», señaló en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores del país centroamericano.
Además, anotó, «a la luz del derecho internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades, que no sean la panameña».
La nota oficial indica que no obstante Panamá desea «mantener relaciones con Estados Unidos en el marco del respeto mutuo», pero a renglón seguido añade: «Esta Cancillería entiende claramente que nuestra misión es proteger los intereses de la República de Panamá».
Sin embargo, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, instó al próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a mantener la ayuda que entrega Washington para deportar a migrantes que cruzan la selva del Darién en su ruta hacia el país norteamericano.
Bahamas no recibirá migrantes
El Gobierno de Bahamas rechazó este jueves una propuesta del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que acepte vuelos de deportación de migrantes.
"Este asunto fue presentado al Gobierno de Bahamas, pero fue revisado y rechazado firmemente por el primer ministro (Philip Davis)", indicó el comunicado gubernamental.
Según la nota, Bahamas "simplemente no tiene los recursos para dar cabida a una solicitud de este tipo" y las prioridades del Gobierno siguen centradas en "abordar las preocupaciones del pueblo bahamés".
El régimen de Cuba desestimó las amenazas de Trump. «No es realista pensar en que va a haber deportaciones masivas desde Estados Unidos a Cuba», dijo el vicecanciller, Carlos Fernández de Cossio.
"Que se vayan todos"
Trump reiteró su plan de usar al Ejército para deportar a los migrantes que entraron de manera irregular a EE.UU. y dijo que lo hará "hasta el máximo nivel que permite la ley".
En una entrevista con la revista Time, el gobernante electo dijo que cree que la inmigración ilegal a EE.UU. se puede catalogar como "una invasión" al país y apuntó que solicitaría el uso de la Guardia Nacional y de las fuerzas del orden locales para complementar los esfuerzos del Ejército en la deportación de migrantes. La ley estadounidense establece que no se puede usar las Fuerzas Armadas para hacer cumplir leyes nacionales sin una ley aprobada por el Congreso.
"Bueno, no, no detienen al Ejército si es una invasión a nuestro país, y yo lo considero una invasión a nuestro país", dijo Trump sobre las leyes que rigen el uso de los militares.
"Solo haré lo que la ley permite, pero iré hasta el máximo nivel que la ley permite. Y creo que en muchos casos, los alguaciles y las fuerzas del orden necesitarán ayuda. También tendremos a la Guardia Nacional, e iremos tan lejos como me permitan ir, de acuerdo con las leyes de nuestro país", continuó.
"Quiero que se vayan, y los países deben recibirlos, y si no los reciben, no haremos negocios con esos países, y les aplicaremos aranceles muy sustanciales. Cuando envíen productos, tendrán aranceles sustanciales, y será muy difícil para ellos hacer negocios con nosotros", sentenció.