Desde finales de febrero Rusia se ha mantenido entre los principales titulares de las noticias internacionales por la guerra; sin embargo, recientemente se ha hecho eco sobre una boda que terminó en una desafortunada tragedia cuando la novia perdió la vida a manos de su marido la misma noche que habían consagrado su unión.
Stepan Dolgikh y Oksana Poludentseva, de 35 y 36 años, habrían iniciado un romance a larga distancia comunicándose inicialmente con cartas debido a que el novio se encontraba recluido en una prisión acusado de robo y homicidio, según la información proporcionada por las autoridades locales.
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Posterior a la liberación de Stepan, la pareja se reunió para conocerse en persona y ella le habría propuesto matrimonio al novio, algo a lo que él accedió de inmediato, los preparativos de la boda iniciaron a la brevedad.
Aparentemente todo estaba bien entre la pareja que se mostraba a los familiares y amigos muy enamorados. El día de la boda presuntamente el novio enfureció tras ver a su ya esposa hablar muy emocionada con uno de los invitados al evento.
Testigos señalaron que Stepan estalló por celos y empezó a reclamarle a su pareja frente a todos los invitados, mientras transcurrían los minutos la conversación se volvía más acalorada y comenzó a golpearla.
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“La agarró por el pelo, la golpeó y la empujó a la calle, donde también siguió golpeando su cuerpo y su cabeza”, afirmó el detective Kirill Petrushin.
Cuando las autoridades llegaron al lugar de la fiesta confirmaron que la novia había muerto a causa de los múltiples golpes. Ninguno de los invitados trató de intervenir cuando empezó la pelea ni los golpes debido al temor de enfrentar al novio.
El novio se encontraba intoxicado en alcohol al momento en el que fue interrogado por las autoridades y no presentaba ningún tipo de arrepentimiento por lo ocurrido.