Continúan la incesante persecución y bloqueos contra la iglesia católica en Nicaragua, por parte del régimen político de Daniel Ortega, este domingo las autoridades impidieron el ingreso de los fieles al templo de Masaya para celebrar una eucaristía programada.
El sacerdote Edwin Román se dirigía a las instalaciones de la iglesia con un grupo de fieles en su mayoría mujeres, cuando fueron interceptados por elementos de seguridad quienes impidieron el paso a todos los civiles.
A pesar de la represión policial, el sacerdote celebró una misa simbólica en las afueras de la iglesia y entre los miembros de la seguridad.
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Horas más tarde se realizó una misa y procesión en los patios de Catedral de Managua para despedir a la Virgen de Fátima. Dicha actividad estuvo fuertemente monitoreada por la policía para impedir que la procesión saliera del perímetro.
OEA condena represión contra la Iglesia
La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó el viernes a Nicaragua por "el hostigamiento" a la Iglesia católica y la persecución de la prensa y las oenegés y exigió al gobierno de Daniel Ortega que libere a los presos políticos.
En una sesión extraordinaria, el Consejo Permanente, el órgano ejecutivo de la organización, adoptó la resolución sobre la situación en Nicaragua por 27 votos a favor de los 34 miembros activos, uno en contra (San Vicente y las Granadinas) y cuatro abstenciones (Bolivia, El Salvador, Honduras y México).
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La OEA condena el "hostigamiento y las restricciones arbitrarias de organizaciones religiosas y de las voces críticas del gobierno y sus acciones".
El gobierno nicaragüense critica a los sacerdotes desde las protestas opositoras de 2018, por haber dado refugio a los manifestantes heridos o que huían de la represión que se saldó con 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, afirmó el 13 de agosto que la Iglesia espera encontrar una salida a la situación del obispo Rolando Álvarez, retenido desde hace más de una semana en su curia por la policía, acusado de intentar "desestabilizar" el país.
Obispo retenido en Nicaragua
El cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, afirmó el sábado que la Iglesia espera encontrar una salida a la situación del obispo Rolando Álvarez, quién tiene diez días retenido en su curia por las autoridades, acusado de “desestabilizar” el país.
“Todas nuestras iglesias están orando, acompañándolo a él (Álvarez) y le pedimos a la virgen que pronto encontremos los cauces para solucionar (el problema) y que podamos seguir trabajando en evangelizar”, dijo Brenes a la AFP, tras presidir una misa.
No obstante, admitió que a lo inmediato “no” ve una solución a la crisis que vive Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, quién ha sido un fuerte crítico del régimen.
“Toda la iglesia está orando para que el señor nos ilumine, para que busquemos siempre los cauces de paz, de reconciliación y el perdón”, expresó Brenes, también vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).