El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien guardaba arresto domiciliario en Nicaragua, fue incluido por las autoridades en la lista de 222 prisioneros a ser enviados a Washington, pero él no aceptó, confirmó la agencia EFE.
Monseñor Alvarez, según el periódico español El País, ha sido trasladado de la casa donde cumplía arresto domiciliario a la temida prisión de El Chipote.
“Que sean libres, yo pago la condena de ellos”, dijo el obispo Álvarez, de acuerdo con las fuentes católicas citadas por El País.
En vista de su negativa, el régimen orteguista adelantó para el 15 de febrero el juicio que tenía previsto hacerle el 28 de marzo.
“Yo no sé que piensa este señor. Dijo que él no acata una resolución de un Tribunal de Justicia”, afirmó Ortega la tarde del jueves en cadena de radio y televisión en la que informó que el obispo fue enviado a la Cárcel Modelo, del Sistema Penitenciario nicaragüense, como represalia a su negativa a aceptar la expulsión de su país, informó el portal de noticias Infobae.
“A La Modelo llegó que era un energúmeno. No puede tener el coraje de Cristo que aguantó los azotes y soportó la crucifixión”, ironizó sobre el religioso de quien dijo “es un desquiciado”.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas por EL PAÍS, la Fiscalía “fabrica las pruebas” contra el obispo Álvarez, basadas en sus homilías críticas que eran esparcidas en redes sociales, con el fin de “desestabilizar” al Gobierno. Es decir, que perfilan al obispo como “un gran conspirador”.
El equipo que trabajaba junto a Álvarez, compuesto por cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, fue condenado el pasado 5 de febrero a 10 años de prisión.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis católica de Managua, Silvio José Báez, radicado en Miami, manifestó este jueves su alegría por la excarcelación de más de 200 presos políticos en Nicaragua, pero consideró que su destierro a EE.UU. es un “crimen”.
“Desterrándolos, la dictadura de Nicaragua comete otro crimen, mostrando que son ellos quienes no merecen ser nicaragüenses”, escribió Báez en una aparente alusión a las informaciones que indican que los excarcelados serán privados de la nacionalidad nicaragüense mediante un cambio legal.
El obispo auxiliar dijo alegrarse “profundamente de que los presos políticos de #Nicaragua estén fuera de la cárcel” y dio gracias a Dios por ellos, que “nunca debieron ser apresados”.
Báez está radicado en Miami después de haber tenido una actuación destacada de ayuda a las personas perseguidas tras las protestas populares registradas en 2018 contra el régimen de Ortega.