Lo que debería haber sido solo una visita rutinaria al médico convirtió la vida de Maybeth Coronado en una tortura, al desarrollar muchas llagas en sus labios y otras partes de su cuerpo por un medicamento que estaba envenenado.
Cuando a Maybeth, de 14 años en ese entonces, le recetaron un medicamento para tratar el herpes, tuvo una serie de complicaciones que no fueron tratadas a tiempo, el medicamento le causaba mucho dolor.
La médico que la atendió le recetó difenhidramina, una droga antihistamínica, un sedante, pero Maybeth sentía que el medicamento la quemaba y le ardía hasta causarle dolor.
Ante esta situación la doctora le dijo que tomara más de la medicina para curar el herpes. Pero el medicamento estaba adulterado, había sido contaminado con un químico para vehículos.
Debido a esto, Coronado comenzó a percibir que le salían unas llagas en su boca, una infección que se extendió por su cuerpo y que ahora podría hacer que pierda su pierna.
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Su caso lleva 7 años archivado en la Corte Suprema de Justicia, por lo que está a la espera de una indemnización.
Ella busca que alguien le ayude para poder viajar al extranjero y que traten su enfermedad.
En este caso se condenó al exdirector de la Caja del Seguro Social, René Luciani y a otros cinco exfuncionarios de la entidad.