La llegada al mundo de un bebé sin duda es un momento lleno de emociones por parte de la madre, mientras los nervios y la sensación ansiedad por tener en sus brazos a su recién nacido la embargan, también el miedo puede hacer de este momento un verdadero calvario, así fue el caso de Karla Araceli.
El polémico caso de la mexicana ha conmocionado al mundo, debido a que Karla Araceli, denunció haber sido sometida a una cesárea durante un apagón que dejó sin electricidad al hospital privado en el que estaba siendo atendida.
“No me quiero operar así, no me quiero morir” fueron las suplicas de la madre cuando los “expertos” en la salud la ingresaron a un quirófano en el que solo tenían disponible la luz de un celular en la Clínica Internacional de Especialidades, en la ciudad de Mexicali, México.
Según el testimonio de la madre, la cesárea de Karla Araceli estaba programada para el 6 de junio, pero el hospital decidió no posponer la intervención y producto de la errada decisión, los médicos le cortaron la oreja al bebé.
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A través del periódico La Reforma, la madre de 19 años explicó como había suplicado que no la intervinieran a pesar de haber recibido la dosis de sedantes. El médico le dijo al padre del bebé que todo estaba bajo control porque disponían de “una subestación de energía” y el quirófano estaba iluminado.
Un error tras otro fueron cometidos por el personal que accidentalmente cortó parte de una de oreja del bebé haciéndole perder la audición por negligencia médica.
Posteriormente circuló un video en el que se observa al menor llegar al mundo iluminado por las luces de varios celulares que el personal sostenía alrededor de la camilla.
La familia afectada presentó una denuncia contra el centro médico esperando una pronta resolución.