El Salvador no es extraño para el futuro Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio.
El nominado para nuevo jefe de la diplomacia estadounidense se ha interesado desde hace una década en El Salvador y ha abogado por investigar actividades cuestionadas de los anteriores gobiernos efemelenistas y dirigentes del partido oficial de entonces vinculado al ALBA.
En 2016, Rubio lanzó fuertes acusaciones en contra de un alto dirigente del partido FMLN, José Luis Merino.
Como miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Rubio calificó como 'lavador de dinero de clase mundial' al militante comunista salvadoreño, que fungía entonces com diputado al Parlamento Centroamericano y asesor de la empresa de capital mixto Alba Petróleos.
En esa ocasión, Rubio urgió a la Administración Obama a combatir de forma más efectiva a los que abusan contra los derechos humanos y los implicados en corrupción en Venezuela, El Salvador, Haití y con la narcoguerrilla de las FARC en Colombia.
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Por la revelación de datos extraídos de una computadora propiedad del fallecido jefe guerrillero Raúl Reyes, Merino fue mencionado entonces como presunto proveedor de armas para las FARC.
El partido FMLN lanzó una 'enérgica condena y rechazo ante las declaraciones calumniosas y sin fundamento', agregando que "las acusaciones del senador Rubio revisten aún mayor gravedad en la medida que fueron expresadas abusando de su cargo, en una audiencia pública ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos".
El partido FMLN, ahora minoritario, calificó de "extremista, anti-inmigrantes" al senador, pero de formar parte de 'la mafia cubano-americana de Miami".
Más recientemente, en marzo de 2023, Rubio realizó una visita oficial de dos días a El Salvador y se reunió con el presidente Bukele.
A través de un video en las redes sociales destacó la drástica reducción de la tasa de homicidios en el país "por primera vez en décadas".
Por lo mismo, criticó a la administración de Biden por sancionar al gobierno de Bukele y a varios de sus funcionarios, incluyéndolos en la lista Engel, por acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
"Tenemos un gobierno que ha decidido tratar peor a nuestros aliados que a nuestros adversarios, no tiene sentido en absoluto", afirmó entonces.
"Se hacen los fuertes contra El Salvador, los sancionan y hablan mal de ellos… intentan hacer de ese país un 'paria mundial'", agregó.
"Es importante que apoyemos a los líderes democráticos de nuestro hemisferio que están liderando la lucha contra las pandillas asesinas y criminales en Centroamérica. Para el futuro de nuestras relaciones bilaterales, es esencial que las instituciones democráticas en El Salvador se mantengan fuertes", afirmó.