Los líderes de la Unión Europea acordaron este jueves un paquete de ayuda a Ucrania valorado en 50.000 millones de euros, tras superar el bloqueo de Hungría.
"Esto asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo para Ucrania. La UE está asumiendo el liderazgo y responsabilidad en el apoyo a Ucrania; sabemos lo que está en juego", publicó en la red X el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, refiriéndose al paquete, equivalente a 54.000 millones de dólares.
"Es muy importante que la decisión haya sido tomada por los 27 líderes, lo que demuestra una vez más la sólida unidad de la UE", se felicitó rápidamente el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, cuando se avecina el segundo aniversario de la invasión rusa.
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"Es un buen día para Europa", abundó la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mientras que la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, hacía valer que "la seguridad de Ucrania es la seguridad de Europa".
El enorme paquete de ayuda pactado está constituido por 33,000 millones de euros en préstamos de largo plazo, y unos 17,000 millones de euros en garantías inmediatas y transferencias no reembolsables, durante un plazo de cuatro años, hasta 2027.
El acuerdo alcanzado contempla la edición anual de un informe de la Comisión Europea sobre la utilización de los fondos, y la posibilidad de que al cabo de unos años, los dirigentes europeos, de forma unánime, demanden una revisión de la ayuda.
Hungría exigía una revisión anual de la ayuda, pero los otros países del bloque querían evitar darle a Budapest la posibilidad de interponer su veto cada año.
El presupuesto del bloque que ya incluye los mecanismos previstos en este paquete de ayuda será votado en el Parlamento Europeo el 2 de febrero, adelantó Metsola.
El bloqueo húngaro
Los mandatarios de los 27 países de la UE tenían en agenda una cumbre este jueves en Bruselas con la tarea de vencer el bloqueo húngaro a la ayuda a Ucrania.
Sin embargo, una reunión entre Michel y Von der Leyen con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, allanó el camino a un acuerdo antes del inicio formal de la cumbre.
Un diplomático dijo que Orban percibió que "la gente estaba cada vez más irritada, y que había una línea que no debía cruzar". Otro diplomático europeo mencionó que Orban "no quería quedar arrinconado".
Orban usó su veto al paquete de ayuda a Ucrania para obtener a cambio el desembolso de los fondos europeos que le corresponden a su país, y que la UE ha bloqueado por dudas sobre la vigencia del Estado de Derecho en Hungría.
En diciembre, Orban había logrado bloquear un acuerdo unánime sobre el paquete de ayuda, y por ello fue necesario convocar la cumbre especial de este jueves.
Poco antes de esa cumbre de diciembre, la UE desbloqueó 10.000 millones de euros para Hungría, pero eso no bastó para que el dirigente húngaro apoyase el enorme paquete de ayuda. La Comisión aún mantiene bloqueados otros 20.000 millones de euros de fondos que corresponden a Hungría.
En su cuenta en Facebook, Orban aseguró este jueves que el dinero que la UE le debe a su país y que mantiene congelado no será enviado a Ucrania.
"Temíamos que los fondos debidos a los húngaros y actualmente congelados por la Comisión Europea terminen en Ucrania", dijo, destacando que recibió "garantías" de que eso no ocurrirá.
Un millar de tractores
En la cumbre, los dirigentes deben abordar la situación en el Medio Oriente, en especial las tensiones en el mar Rojo y la dramática situación humanitaria en la Franja de Gaza.
La cita, sin embargo, arrancó bajo la presión de una enorme manifestación de agricultores belgas, que bloquearon desde la madrugada las principales avenidas de Bruselas con un millar de tractores y máquinas agrícolas.
La policía los mantuvo alejados de la sede de la cumbre, aunque los manifestantes prendieron fuego a neumáticos y los arrojaron a la policía en una plaza próxima del Parlamento Europeo.
De acuerdo con la policía de Bruselas, otros 200 tractores y equipos agrícolas se encontraban en la periferia de la capital belga.